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“La realidad es que para llegar a ganar la TIR se deben reinvertir los cupones/intereses que se cobran, que por lo general son cada seis meses” explica Mariano Sardáns, CEO de FDI.
Son muchas las personas que cuando invierten en bonos lo hacen con la convicción de que al comprarlos, inmediatamente tendrán asegurada la “renta anual publicada”, conocida también como Tasa Interna de Retorno (“TIR”).
La realidad es que para llegar a ganar la TIR se deben reinvertir los cupones/intereses que se cobran (que por lo general son cada seis meses), cumpliendo con las siguientes condiciones:
Dejaremos de lado el desarrollo de la primera condición (punto 1), ya que no se vincula con lo que pretendemos transmitir aquí y, además, porque su cumplimiento escapa a cualquier tipo de control toda vez que la misma depende del precio del título, es decir, de su oferta y demanda.
Nos concentraremos entonces en los otros dos criterios:
Tiempo de reinversión del cupón: de acuerdo a nuestra experiencia, muchas son las razones por las cuales los inversores fallan en reinvertir de inmediato los intereses cobrados. La mayoría no tiene tiempo para dedicarse a eso, y otros sufren comisiones mínimas tan altas que usualmente esperan el cobro de uno o dos cupones/intereses más para lograr amortizarla. Cualquiera sea la razón, veamos cómo impacta el tiempo de reinversión en la verdadera TIR que gana el inversor.
Los costos y comisiones: la gran mayoría de los inversores son conscientes que toda compra/venta de un bono conlleva una comisión, que generalmente ronda entre el 0,75% y el 1,5%. Lo que muy pocos inversores saben es que el cobro de cupones/intereses también implica una comisión que va del 0,7% al 4% del monto cobrado (ver nota al respecto publicada por El Cronista). Desde una posición muy optimista, tomemos como hipótesis que entre el cobro y la reinversión del cupón sólo nos cobran una comisión total del 2,5%. Veamos a continuación cómo queda la TIR resultante si le agregamos al cuadro anterior el impacto de este costo.
Los números evidencian cómo la TIR cae abruptamente a medida que se tarda en reinvertir y se incrementan los costos de reinversión.
Esta es la razón por la cual el inversor, junto con su asesor, deben poner énfasis en no tener activos ociosos que no generen renta y en erradicar costos y comisiones innecesarias que no agregan valor. El resultado será más dinero que crece en beneficio del cliente.