“En el cortísimo plazo días o semanas habrá una altísima volatilidad y en el mediano plazo tenderá a estabilizarse. Por lo menos es lo que se ha dado en la práctica en otros países y lo que el sentido común establece con el congelamiento de la base monetaria, a pesar de la inflación del 40%”, agrega Sardáns.
Martín Alfie, de Radar Consultora, acota: “Como cualquier cambio drástico de política monetaria, desde ya que será un día de incertidumbre. El viernes dejó una sensación bastante fea, porque no solo subió el dólar, sino también el riesgo país. La recuperación de los bonos que se había visto en las últimas semanas se frenó y hay incertidumbre de cómo va a impactar en la actividad”.
Coincide Martín Vauthier, de la consultora EcoGo: “Una vez que el FMI decidió no prestar más dólares para reforzar el poder de fuego del BCRA, la apuesta es que la combinación de un menor riesgo país (despejados los riesgos de default) con una sequía de pesos en la plaza contribuya a enfriar la presión cambiaria. No obstante, en el cortísimo plazo lo que va a primar son las expectativas y el testeo del mercado al nuevo esquema, por lo que es posible que siga registrándose volatilidad en las próximas ruedas”.
Con la nueva política monetaria, la incógnita es en qué nivel estará la tasa de interés, dado que el control de agregados será endógeno. “La segunda pregunta es si esta vez la suba de tasas logrará contener el dólar. La dinámica que están buscando es que la tasa empiece a ser atractiva y vuelvan los dólares financieros para contener el tipo de cambio”, dice Ezequiel Zambaglione, de Max Valores. “Me parece arriesgada la política, porque otras veces a la tasa le costó contener el dólar, con lo cual si encima se deja la tasa libre y sin techo, se puede llegar a tener una tasa ultraalta y ni siquiera tener el control del mercado cambiario. Hasta no ver cómo funciona el mecanismo, lo más prudente es mantener las posiciones en dólares antes de tomar cualquier bono en pesos”, agregó.
“Para la apertura veo al mercado evaluando que es un programa muy duro. Va a establecerse nuevamente una pulseada entre el mercado y el Banco Central, que hasta ahora se resolvía interviniendo con reservas, pero, dado que el Fondo no lo permite, seguramente veamos el dólar y la tasa para arriba, al menos en el arranque. La herramienta que aún le queda al Gobierno es que el Tesoro tiene dólares que necesitará vender para pagar los gastos en pesos. Imagino una escaramuza durante esta semana y la próxima, en que el mercado evaluará si compra el planteo del Gobierno”, opina Miguel Zielonka, de EconViews.
En este sentido, Santiago López Alfaro, de Delphos Investment, analiza: “Me parece que claramente no estamos con un tipo de cambio de equilibrio con las tasas. Esta restricción de oferta monetaria que están haciendo debería hacer subir las tasas a niveles que frenen un poco el dólar, pero vamos a ver un golpe mayor en la economía real de lo que estamos viendo ahora. Las recomendaciones son de cautela, estar dolarizados en la parte corta de la curva y esperar un poco hasta que esto aclare”.
El nuevo esquema buscará acompañar la política de reducir a cero el déficit fiscal en 2019. Y con los adelantos de dólares del FMI “el Gobierno y el organismo apuestan a una baja del riesgo país por eliminación de riesgo de default hasta fines de 2019”, plantea una informe de AAG Managing Partner. Sin embargo, las dudas respecto de la sustentabilidad del nuevo esquema económico en varios frentes impedirían la baja del riesgo país: “El descontento social aumentaría el temor de la vuelta al populismo; la caída en la recaudación compromete el cumplimiento de la meta de equilibrio primario, y hay dudas respecto de la convicción del Gobierno de mantener el programa ante la perspectiva de perder las elecciones”, dice María Laura Tramezzani, directora de la consultora.
Expectativas y Consejos
Contexto Se espera para hoy una nueva suba del tipo de cambio, ya que se estima que el mercado podría desafiar al Banco Central para llevar el dólar por arriba de $44, el techo de la banda establecida. Algunos analistas ven probable un overshooting, que implica que la cotización de la divisa suba más de lo que sería su nivel de equilibrio. Aquí algunas recomendaciones de inversión. Mariano Sardáns “Hoy la tasa de interés es positiva, por arriba de la inflación. No hay razón para ir al dólar. Si tenés pesos y tenés que pagar pesos, ir al dólar es una acción temeraria, porque es impredecible. Si tenés dólares y los vas a usar como ahorro, está bien quedarse en dólares. En el corto plazo el dólar va a estar muy volátil” Santiago López Alfaro “Nosotros recomendamos solo estar dolarizados en la parte corta de la curva y esperar un poco hasta que esto aclare” Ezequiel Zambaglione “Hasta no ver cómo funciona el nuevo mecanismo, lo más prudente es mantener las posiciones en dólares antes que tomar cualquier bono en pesos” Miguel Zielonka “Yo no cambiaría nada de moneda. Lo que está colocado en pesos lo dejaría en pesos y lo que está en dólares, que se quede en dólares” Tras los anuncios del Gobierno, el viernes el dólar registró una fuerte suba.
SILVANA COLOMBO
Las claves del nuevo régimen monetario y cambiario Desde hoy y hasta junio de 2019 el BCRA aplicará un sistema de variación cero de la base monetaria. Busca sacar pesos de la calle para que haya menos presión sobre el dólar. Así, las tasas de interés se mantendrán altas Habrá una banda cambiaria entre $34 y $44 por dólar. Si se mantiene en esa zona, el BCRA no intervendrá. Si sube por arriba del límite, el BCRA venderá hasta US$150 millones diarios. Si baja a menos de $34, comprará dólares Las banda cambiaria se actualizará diariamente con una tasa del 3% mensual hasta diciembre próximo. El objetivo del BCRA con ese instrumento es evitar que el tipo de cambio se atrase respecto de la inflación Se dispuso una nueva suba de encajes bancarios, de tres puntos porcentuales.
Así, el BCRA aumentó a 44% la porción del dinero captado de terceros que los bancos deben mantener inmovilizado en sus cuentas en el Central Se espera que las próximas dos semanas sean de mucha volatilidad hasta que el mercado “se acomode” al nuevo esquema monetario y encuentre un punto de equilibrio tanto para el tipo de cambio como para las tasas de interés