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“Dada la sobredemanda que tienen, podrían bajar las tasas a la mitad o más. Un interés del 0,75% anual representaría una tasa tributaria equivalente del 1,65%, algo que, a un año de plazo, no paga ningún otro país de similares características”, comenta Mariano Sardáns, CEO de FDI.
La historia se repite. Se agudizó desde que el blanqueo llegaba a su fin y muchos de los que se acogieron descubrieron que deberían comenzar a tributar por aquello que no estaban acostumbrados a hacerlo, porque lo habían mantenido oculto al fisco.
Desde entonces, cada vez que el Gobierno lanza una convocatoria para colocar sus Letras del Tesoro (Letes), la demanda quintuplica la oferta original, lo que hace que, como son títulos que se adjudican por prorrateo, los compradores se terminen llevando inevitablemente menos del 20% de lo que pidieron.
Volvió a suceder ayer y con récord de pedidos, tal vez porque entró en vigencia un cambio en el método de subasta para privilegiar al inversor minorista (hasta US$ 50.000).
Pero dejando de lado estas picardías que buscan asegurar la asignación, en lo que coinciden es que buena parte de este boom se da porque el Gobierno “está regalando tasa”.
“Dada la sobredemanda que tienen, podrían bajar las tasas a la mitad o más. Un interés del 0,75% anual representaría una tasa tributaria equivalente del 1,65%, considerando los impuestos que eludís; algo que, a un año de plazo, no paga ningún otro país de similares características”, explica Mariano Sardáns, de la gerenciadora de patrimonios FDI.
Las Letes colocadas ayer retribuyen tasas de 2,85 y 3,35% a 6 meses y un año y 3 meses, respectivamente. “Así, es lógico que pujen por llevarse todo lo que puedan. Considerá que hoy el bono que vence en 2019, es decir, en 2 años, rinde poco más del 3%, menos que la Lete a 1 año”, explica Martín Saud, de Balanz Capital.
La subasta de la víspera se completó con la reapertura de los Bonar 25 y 37, es decir, a 8 y 20 años. Pero la demanda por estos títulos (de los que se habían colocado US$ 1760 millones hace un mes) volvió a ser floja: alcanzó los US$ 1790 millones, aunque permitió bajar las tasas del 5,75 al 5,30% y del 7,62 al 7,38%. Esto se debe a que “el inversor local le rehúye al riesgo argentino largo”, dice Saud. Por esta razón, entre otras cosas, el Bonar 37 rinde más que el Global 2046 (7,1%), que vence 9 años después.
El dólar cortó ayer su “rachita” alcista al cerrar a $ 15,51 en la plaza mayorista y $ 15,83 en la minorista, cediendo dos y un centavo, respectivamente, respecto de anteayer. El reacomodamiento se dio aunque el BCRA volvió a comprar US$ 100 millones (lleva 6 ruedas consecutivas haciéndolo), algo que esta vez sólo alcanzó a limitar la baja del billete ya que la tentación por pasar a pesos con tasas que en el corto plazo superan el 25% anual (25,6% rinde la Lebac a vencer en una semana) sigue en pie.