Situación: empresa familiar que cerró balance el 31 de julio. El contador les calcula una ganancia durante el año fiscal de $23.540.XXX, o sea que el impuesto a pagar pasa a ser de casi $8.250.000.-
Lo interesante es que más del 65% de la “pseudo-ganancia” provino de la “revalorización de cartera –medida en pesos- por ganancias acumuladas y no distribuidas” de años previos, que estaban en cuentas en dólares.
O sea que la empresa va a pagar impuestos simplemente porque los dólares -que los accionistas no retiraron de la empresa- pasaron de valer $17,60, al cierre del 31/07/17, a $27,45, al cierre del 31/07/18. Ni siquiera los vendieron, simplemente se han revalorizado. Las empresas pagan impuesto a las ganancias por esa revalorización, no así las personas físicas, que están exentas en ese rubro.
>>>Por eso, si estos dólares se hubiesen distribuido a los accionistas, se hubieran ahorrado casi 6 millones de pesos en impuestos. Todo por no tener una estrategia y una planificación.<<<
Nuestra solución: acabamos de establecerles una política de distribución de dividendos para que no vuelva a sucederles.
Mariano Sardáns
CEO de FDI
Gerenciadora de Patrimonios
Conocé nuestro servicio de finanzas corporativas, ingresando acá