Ningún país o normativa nos obliga a seguir el camino más gravoso desde el punto de vista financiero, fiscal (tributario) ni a dejar nuestros bienes expuestos y a merced del ataque de terceros.
En otras palabras: no estamos impedidos de querer comprar un bien al precio más barato ni de venderlo al precio más alto, evitando intermediarios que no agregan valor. Mucho menos para erradicar costos y comisiones cuando recibimos rentas, intereses y dividendos, o buscar los mejores tipos de cambio cuando necesitamos estos flujos en distintas monedas.
Tampoco es ilegal hacer planificación fiscal –local e internacional- para aprovechar las exenciones, exoneraciones y/o interpretaciones que nos brindan las normativas tributarias de nuestro país de residencia o donde están localizados nuestros bienes, para así seguir el camino menos oneroso desde el punto de vista fiscal. En otras palabras: no estamos obligados a pagar impuestos de más.
Por otro lado, cada día estamos más expuestos al ataque de terceras partes (riesgos empresarios, de praxis, litigantes compulsivos, peleas familiares, etc.). No sólo hay que trabajar constantemente para que nuestro patrimonio crezca eficientemente, sino también debemos usar los recursos y las estructuras legales que nos permiten blindarlo.
Hablo ni más ni menos que de hacer…
Informate sobre nuestro Servicio de Gerenciamiento de Activos Financieros
Mariano Sardáns
CEO de FDI
Gerenciadora de Patrimonios