El plan de Milei ya da resultados en Argentina: la economía financiera empieza a funcionar

Fecha: 12 de marzo, 2024

El plan de Milei ya da resultados en Argentina: la economía financiera empieza a funcionar

La economía de Argentina se encuentra en una situación extremadamente delicada. El país está sufriendo una estanflación en toda regla: mientras que la actividad se encuentra deprimida, la inflación interanual supera el 200%. Este escenario es una auténtica pesadilla para cualquier sociedad. Sin embargo, detrás de esta catastrófica situación que sufre la economía real, ya se atisban algunos brotes verdes en la economía financiera que podrían suponer el principio del fin de la desastrosa situación que vive el país.

Quizá el dato más destacado y célebre hasta la fecha es el ajuste en las cuentas públicas. Argentina logró en el mes de enero el primer superávit presupuestario en 12 años. Esto resulta imprescindible para que los inversores vuelven a confiar en la deuda argentina. El primer paso para comenzar a reducir el endeudamiento público es alcanzar el equilibrio fiscal. De este modo, la percepción de los inversores debería mejorar, puesto que las probabilidades de impago se reducen (si todo lo demás se mantiene constante) cuando se alcanza un equilibrio fiscal o superávit.

“Parece que el mercado está empezando a creer”, asegura el analista financiero Mariano Sardans de FDI Argentina, añadiendo que si se pudiera mantener fortalecería el asediado peso, permitiendo que se deshagan los estrictos controles cambiarios que limitan el acceso al dólar, según explica este experto a Reuters.

“El comienzo de 2024 ha mostrado el mayor superávit primario para un mes de enero en los últimos 16 años. Al observar la dinámica del gasto, se destaca la fuerte reducción en términos reales de jubilaciones y salarios, lo cual marca la necesidad de avanzar sobre reformas más estructurales para hacer sostenible el equilibrio fiscal en el mediano plazo”, aseguran los economistas de BBVA Research.

En el primer mes del año, Argentina registró un superávit primario de 2,01 billones de pesos argentinos (2.408 millones de dólares), donde los ingresos totales alcanzaron los 6,1 billones (7.361 millones de dólares). Estos resultados están relacionados con los fuertes recortes del gasto público, que el presidente Javier Milei ha llevado un plan de recortes adelante desde que asumió el 10 diciembre pasado. El plan de ‘shock’ fiscal ha reducido el gasto en partidas importantes. Por ejemplo, los gastos de capital (energía, transporte, educación, vivienda, agua potable y alcantarillado, entre otras) cayeron un 50,3% interanual.

Esto no le ha ayudado a Milei a hacer muchos amigos con gobernadores o sindicatos regionales, lo que ha provocado un aumento de las protestas, pero ha cautivado a los inversores, elevando el precio de algunos bonos a máximos de cuatro años y reduciendo el índice de riesgo de Argentina a su nivel más bajo desde 2022, aseguran los economistas consultados por Reuters.

Más dólares en el sistema financiero

Sin embargo, este ajuste del gasto junto a la congelación de la base monetaria (el Banco de Argentina ha dejado de imprimir pesos para seguir financiando al Tesoro) está ayudando a incrementar la confianza de los agentes (familias y empresas), como revelan los últimos datos publicados por el banco central sobre ingresos en dólares en el sistema financiero de Argentina.

Según datos oficiales, los argentinos depositaron más de 2.300 millones de dólares en cuentas bancarias locales denominados en dólares desde que el presidente Javier Milei asumió el cargo el 10 de diciembre, lo que refleja un optimismo incipiente sobre su gobierno, aseguran desde la agencia Bloomberg.

El incremento del 17% hasta los 16.400 millones de dólares supone que los depósitos en dólares en los primeros tres meses de Milei han recuperado completamente las pérdidas durante el año pasado, según datos del banco central. Los ‘billetes verdes’ que los argentinos mantienen en el sistema financiero son un barómetro informal del riesgo político. Cuando el miedo a un ‘corralito’ o medidas similares se incrementa, los ciudadanos tienden a retirar dinero durante períodos de volatilidad y a depositar ahorros en épocas más estables.

“Si la tendencia continúa, será una buena noticia para el banco central de Argentina, donde una parte de los depósitos en dólares de los ahorradores cuentan para las reservas extranjeras necesarias para estabilizar el peso”, aseguran los economistas de Bloomberg. En la actualidad, el balance del banco central goza de mayor salud.

Desde JP Morgan explican en un documento publicado en marzo que “en este contexto, nuestro escenario base es que la acumulación de reservas netas sea de 10.000 millones de dólares este año, en consonancia con el objetivo del FMI. Aunque aumento neto de las reservas equivaldría al 2% del PIB, el nivel seguiría siendo bajo en términos absolutos”, advierten los expertos del banco de inversión, que a su vez destacan que la economía de Argentina aún se encuentra en una situación crítica y ante enormes desafías tras años de políticas contraproducentes. El drástico cambio de Javier Milei, aunque vaya en la dirección correcta, no garantiza ni mucho menos el éxito.

Sin embargo, estos nacientes brotes o buenas noticias están también ayudando a estabilizar el peso e impulsando el precio de los bonos argentinos (el precio es inverso al rendimiento que pagan estos bonos), algo que resulta fundamental para comenzar a domar la inflación. El peso argentino se está apreciando con intensidad en el mercado informal, hasta alcanzar niveles de diciembre del año pasado.

El peso argentino se fortalece

La moneda popular ha llegado a los 990 pesos por dólar. Esta divisa informal o ‘blue’, que es la referencia del mercado financiero, rompía la barrera de las 1.000 unidades, pese a que Argentina afronta una inflación anual superior al 250%. Cabe recordar que el peso había caída hasta las 1.255 unidades por dólar a finales de enero, por lo que recuperarse y perforar la zona de los 1.000 pesos por dólares supone un giro drástico que podría ayudar a estabilizar la inflación. Según el economista Juan Ramón Rallo, esto ha convertido al peso en la mejor divisa del mundo en el mes de febrero. Este movimiento está ayudando a reducir la brecha entre el dólar paralelo y el dólar oficial.

Desde BBVA Research admiten que la economía de Argentina se encuentra en situación crítica, pero también destacan que hay algunos cambios importantes en el sector monetario y fiscal que pueden ser esperanzadores: “La fuerte contracción del gasto y una reconfiguración de la composición del balance del Banco Central de Argentina (BCRA) permitió una marcada desaceleración de la asistencia monetaria al Tesoro. A su vez, la tendencia a la baja de la inflación junto a la calma del mercado de cambios permitió posponer un aumento de tipos”.

El índice de precios al consumidor (IPC) en Argentina en febrero se situó en el 276,2% interanual, según ha informado este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Sin embargo, este dato que a primera vista parece una auténtica locura (que lo es) tiene otra cara que revela una tendencia bien distinta. Ese 276% arrastra la fortísima subida de muchos meses, por lo que distorsiona el dato de inflación que debería marcar la tendencia futura: el dato mensual.

En el segundo mes del año, los precios al consumidor crecieron un 13,2% en comparación con el primero, lo que evidencia una desaceleración notable con respecto a la tasa del 25,5% registrada en diciembre de 2023 y del 20,6% en enero último. Según el informe oficial, los bienes tuvieron el mes pasado una variación positiva del 11,9% en Argentina en comparación con enero, mientras que los servicios subieron un 17,6%. Hasta la inflación parece comenzar a perder impulso, pese a que las medidas de Milei solo llevan en marcha unos meses.

Todo ello ayudará, poco a poco, a ir rebajando la inflación. “La inflación mensual parece haber desacelerado tras el pico de diciembre de 2023, aunque continuará siendo elevada hasta mitad de año por los efectos derivados del ajuste cambiario y la corrección de precios atrasados. Estamos atravesando la fase más aguda del proceso inflacionario, que desacelerará por la combinación del ancla fiscal y monetaria, y, luego, por los efectos del plan de estabilización”, aseguran los expertos de BBVA Research.

Fuente: El Economista

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