El domingo de la semana pasada, un medio periodístico publicó información patrimonial y fiscal de un listado de grandes contribuyentes argentinos. Se trataba de información que debiese ser privada y confidencial y, como tal, sólo conocida por el contribuyente y la AFIP.
Lo que demostró esta fuga de datos es que el sistema es permeable y falible. Información tan sensible acerca de nuestro patrimonio y sobre cómo y dónde está distribuido puede caer en manos inapropiadas, con consecuencias que podrían ser nefastas.
¿Qué hacemos para protegernos? Está claro que la solución no pasa por “esconder” nuestros bienes a la vieja usanza; los intercambios y cruces de información fiscal lo hacen inviable.
La solución sí pasa por “adelgazar” nuestro patrimonio. ¿Cómo? Mediante el aporte de bienes o activos a un fideicomiso de administración argentino y/o del exterior. Mediante esta herramienta, la próxima vez que haya otra filtración de datos, vos elegís qué querés que aparezca a tu nombre y qué a nombre del Fideicomiso EQUIS.
Obviamente, hablamos de una solución que cumple con la normativa vigente.
Saludos cordiales,
Mariano Sardáns
CEO de FDI Gerenciadora de Patrimonios