Un clásico al cierre de cada mes es la comparativa entre cuanto subió el dólar y cuanto rindió la Lebac. Obviamente, mayor es el ruido y la convulsión cuando sube el dólar, que cuando se mantiene estable o baja. Ahora bien, ¿es una comparación apropiada o es sólo para la tribuna? ¿Estamos realmente comparando “manzanas con manzanas”?
La Lebac no le pelea al dólar, sino a la inflación. Se trata de un título emitido por el Banco Central (“BCRA”) que busca darle al ahorrista un instrumento para proteger sus ahorros en pesos de la erosión que le produce la inflación.
Entonces, la pregunta correcta es: ¿le gana realmente la Lebac a la inflación? La respuesta es que sí. Y (al menos en el contexto actual) es uno de los mejores medios para proteger los ahorros en pesos frente a la inflación.
Desde el 1ero de enero de 2017 al 31 de marzo de 2018 (15 meses), la Lebac acumuló una tasa de casi 4,5 puntos (porcentuales) por encima de la inflación (37% vs 32,59%). En los últimos 12 meses (abril 17’/marzo 18’) la Lebac pagó exactamente 5 puntos porcentuales más que la inflación (29,48% vs 24,46%).
¿Y el dólar?
En los últimos 15 meses, el dólar creció siete puntos por debajo de la inflación (25,54% vs 32,59%), pero en los últimos 12, le ganó a esta última por 3 puntos (27,54% vs 24,46%). Ahora, si la medimos por año calendario, durante el 2016 el dólar subió un 22%, mientras que la inflación creció un 38%. Durante el 2017, mientras el dólar subió el 18,37%, la inflación lo hizo en un 24,70%.
Algo está claro. Si medidos en dólares somos uno de los países más caros del mundo, es debido a que el dólar nunca le ganó a la inflación en el largo plazo. La vida en Argentina cuesta cada vez más dólares.
Por eso creo que el secreto es ganarle a la inflación y evitar entrar en una discusión que sólo sirve para la tribuna. A contramano de nuestra historia, el que vive actualmente en Argentina y pretende ahorrar en dólares, pierde poder adquisitivo (aunque psicológicamente se siente más seguro).