La guerra entre Israel e Irán, que estalló a mediados de junio y duró apenas doce días, dejó secuelas para sectores como el transporte marítimo. Bombardeos cruzados dañaron infraestructura militar y energética clave, y aumentaron el riesgo de cierre del Estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 20 % del petróleo mundial.

Hay que separar lo que es claramente financiación al terrorismo, de las amenazas abiertas de guerra de Irán contra Israel y del apoyo ruso a Teherán. Rusia ha usado drones iraníes. En ese sentido, Occidente tiene un punto a favor”, sostuvo Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI, en entrevista con Alto Nivel.

El empresario argentino considera que el conflicto reposiciona a Israel en la región. “Hoy todos negocian con Israel: Egipto, Arabia Saudita y Qatar se están alineando. Pero el ataque a la cúpula militar de Israel lo deja mal parado. Cambia Medio Oriente”, aseguró.

Tras el estallido de la guerra de Irán e Israel, el Brent pasó de 64 a casi 79 dólares, para recuperar su nivel inicial inmediatamente tras el cese al fuego. El diésel europeo se encareció un 15 %, y las primas de seguros para transporte marítimo en la región se triplicaron.

Se destrozaron los negocios de las navieras; los costos de fletes se rompieron. Los precios de contenedores desde China a América Latina se multiplicaron por cuatro”, indicó Sardáns.

A esto se suman los aranceles impulsados por Donald Trump. “Creíamos que el propósito era un mundo plano en términos comerciales, pero volvieron los aranceles cruzados. Singapur liberó sus aranceles y Trump les dijo que no era suficiente. Esto irrita a navieras y operadores logísticos”, apuntó.

Jerome Powell, presidente de la Fed, en la mira por su estrategia frente a la inflación

Trump defiende estas medidas como una estrategia de presión geopolítica, aunque estudios recientes estiman que los aranceles cuestan al hogar promedio estadounidense más de 1,200 dólares al año, frenan el crecimiento económico y suman presión inflacionaria.

Sin embargo, la estrategia de Trump consiste en ralentizar la actividad económica para justificar un recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal.

Mientras tanto, la Reserva Federal mantiene la tasa entre 4.25 % y 4.50 %, con la inflación en 2.4 % durante mayo. Aunque el mercado anticipa posibles recortes hacia finales del año, el presidente del banco central, Jerome Powell, advirtió que la inflación alimentada por aranceles podría forzar una postura más cauta.

Trump apuesta por una caída en los precios del petróleo que implique menores presiones y justifique un recorte de tasas. Para Sardáns, la economía se basa en expectativas y tendencias, y las tasas a 10 años, actualmente en 4.75 %, aún no estimulan la recuperación:

El mercado inmobiliario está colapsado: nadie compra ni vende porque las tasas inmobiliarias, que cayeron por debajo del 7 %, siguen siendo altas para el estadounidense promedio. Se necesita que cambien las expectativas inflacionarias, no a Powell. Por más que Trump cambie al titular de la Fed, el mercado manda sobre las tasas de largo plazo”.

Y advierte que la falta de personal capacitado en industrias clave sigue siendo un freno estructural: “Puedes presionar para producir en Estados Unidos, pero si no hay gente capacitada, no puedes. Es un mundo integrado. Cuando los salarios llegan a niveles inauditos, la gente actúa como mercenario. Es un mundo integrado y puedes encontrar producción a bajo costo en China o África”.

A pesar de los estímulos monetarios y fiscales, China no logra despegar. Moody’s recortó su pronóstico de crecimiento al 3.8 % y grandes volúmenes de capital humano están abandonando el país. “Millonarios, billonarios y gente con formación, que son los próximos emprendedores, están emigrando. Ya no es el gran comprador de commodities que era antes”, afirmó Sardans.

El dólar retrocede mientras las monedas emergentes se fortalecen frente a la guerra en Irán

Mientras la política monetaria se mantiene rígida y el escenario internacional es volátil ante la guerra en Irán, el dólar ha comenzado a ceder terreno. Actualmente, el índice DXY se sitúa en 97.38 unidades, y ha caído un 10.2 % en lo que va del 2025. Sardans lo resume con contundencia: “El dólar estaba estúpidamente apreciado. Cuando el dólar cae, todas las demás monedas suben”.

Mientras tanto, los mercados emergentes han mostrado subidas no sólo por alzas en acciones, sino por revaluación de sus monedas frente al dólar, remarca Sardans. Por ejemplo, el IPC en México acumula un avance del 16.1 %, mientras que el S&P 500 ha subido 4.56 por ciento.

Respecto a México, país que agencias como Fitch o BlackRock ven con potencial para la inversión pese a sus recientes cambios institucionales, Sardans observa un freno tras el cambio de administración.

Pasaron de la euforia con AMLO a un alto con Sheinbaum, como ocurrió también al inicio del sexenio anterior. No hay que medirla por lo que dice, sino por lo que hace. El problema ahora es Trump. En la economía real, todos están expectantes”, señaló.

En lo que respecta a su país de origen, Sardáns cree que Javier Milei está dando señales correctas, pero que el desafío principal es recuperar la confianza. “Argentina puede tener superávit financiero todos los meses, pero el riesgo país sigue en 700 puntos. Los inversionistas temen que vuelva el kirchnerismo”, sostuvo.

“El verdadero problema es el cambio permanente de reglas. Puedes tener un país devastado como en Medio Oriente, pero si las reglas no cambian, se puede invertir. En Argentina, las condiciones cambian continuamente. Milei hace las cosas bien, trata de dar certidumbre de forma obsesiva. Pero cambiar la memoria económica cuesta. Falta mucho para volver a ser creíbles”, comenta.

Fuente: Alto Nivel