Fuente: Ámbito
Fecha: 29 de Marzo, 2023
La deuda externa nacional alcanza en la actualidad los u$s276.694 millones y, paradójicamente, casi podría ser cancelada en su totalidad por los miles de millones de dólares que tienen los argentinos en el exterior. Y es que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), los ahorristas e inversores locales tenían, al 31 de diciembre del año pasado, u$s261.795 millones fuera del país, de los cuales U$s246.946 millones son en moneda (billetes fuera del sistema financiero) y depósitos.
Comparando estos números con los del trimestre previo (el tercero de 2022), el total se incrementó en u$s301 millones en esos tres meses, ya que alcanzaba, en ese momento, los u$s261.494 millones, y el componente de monedas y depósitos aumentó en u$s73 millones, desde los u$s246.874 millones.
Y estos números confirman que los argentinos tienden a sacar cada vez más su dinero del país, debido a la inestabilidad económica, por un lado, pero también por razones de trabajo (muchos dan servicios a empresas en el exterior), mayor seguridad o para escapar del riesgo local en materia de inversiones. Además, esta tendencia cobró aún más fuerza en los últimos años a raíz de las restricciones que rigen para la compra de dólares en el mercado local.
Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI, considera que los argentinos no quieren tener la plata en el país y que ya no es un tema de cuestión de tamaño de capital. “El que tiene menos capital también está llevando su dinero al exterior porque sabe que hay que generar ganancias y no dejar el dinero inmovilizado“, indica. Y agrega que la política de tasas aumentó esa tendencia porque señala que, anteriormente, el costo de oportunidad de tener dólares en una caja de seguridad era nulo, mientras que con la suba de tasas en Estados Unidos, aumentó al 4%.
También menciona que hay mucho dinero de exportadores que deciden no liquidar en el mercado de cambios y de gente que trabaja para el exterior y se abren una cuenta afuera para cobrar sus honorarios. Muchos usan esos dólares para cambiarlos y pagar sus gastos cotidianos y de producción en el país.
“Así, el problema es que Argentina está generando una cantidad inmensa de dólares pero la gente no los trae al país porque el tipo de cambio oficial es poco conveniente y la gente se resiste a aceptar esas condiciones, como en una especie de rebelión cambiaria”, dice Sardáns.
Asimismo, la inflación ha hecho que los argentinos no tengan confianza en su moneda y busquen vías alternativas de cobertura ante la devaluación constante del peso. Por lo que, según Collante, la única manera de poder revertir esta situación es combatiendo la inflación, lo que seguramente, sería un buen primer paso en el recorrido hacia una recuperación del valor (nominal, desde ya, pero también simbólico) de la moneda nacional.
Y, en ese sentido, Collante sostiene que, “para que se empiece a pensar en invertir y ahorrar en la moneda local, es necesario tener una inflación similar a la que tienen en la actualidad otros países vecinos, en los que está por debajo del 9% o 10 % anual.
Esto suena muy lejano o casi imposible en una Argentina en la que el dato de inflación de febrero, según datos del INDEC fue del 6,6% y algunas proyecciones privadas ya anticipan un índice superior a ese para marzo. Así, la previsión anual de gran parte de los analistas es que el índice estará en torno al 100% anual, o superior a ese porcentaje.
Fuente: Ámbito