APERTURA: Dónde invertir en 2019

Fecha: 20 de noviembre, 2018

APERTURA: Dónde invertir en 2019

Comentarios de: Mariano Sardáns 

Todos coinciden: el escenario que se avecina es sumamente complejo y está lleno de interrogantes. Los inversores deberán acostumbrarse, una vez más, a la volatilidad, y el mandato que guiará las decisiones será bajar el riesgo. Pero, con la estrategia adecuada y privilegiando los instrumentos más líquidos, es posible obtener diferencias. La contracción de la economía prevista para 2019, la alta inflación y el contexto internacional operarán como condicionantes que no habrá que perder de vista.

“Debemos partir de la base ele un escenario que para los inversores es complejo” arranca Sabrina Corujo, directora de Portfolio Personal Inversiones (PPI), ala hora de dar su perspectiva sobre qué esperar y cómo moverse en 2019. “Al contexto local de fuerte incertidumbre y desafíos por delante, se suma un escenario externo que también está presentando algunos ruidos crecientes. Esto garantizará que la volatilidad se mantendrá alta”  dice la analista y subraya la necesidad de moverse con cautela.

“El partido de estabilización del mercado cambiario y monetario todavía no terminó” postula Juan Miguel Salerno, Chief Investment Officer en la Argentina de Compass Group. “Si bien observamos cierta estabilidad luego del anuncio del nuevo régimen monetario y de bandas cambiarías, continuamos con tasas reales extremadamente altas y recién a medida que estas comiencen a bajar podremos aseverar que el mercado empieza a tranquilizarse”

Marcelo Otermin, responsable de Inversiones del Banco ICBC, concuerda con que el mercado de cambios no está aún libre de presiones. “Esperamos una importante desaceleración de la tasa de inflación producto del nuevo plan monetario y tasas de interés real elevadas que podrían estar en el orden del 15 por ciento anual. El tipo de cambio real debería tener menor volatilidad aunque será difícil que se aprecie producto de la menor liquidez internacional y las elecciones presidenciales de octubre”, describe.

Gastón Sempere, investment Srategist de Banco Mariva, pone en números el compartido escenario complejo y no libre de riesgos. “Proyectamos que 2018 termine con una caída del PBI de 2,6 por ciento, con una inflación de 46,8 por ciento y un tipo de cambio de $ 40,5 por dólar para diciembre. Para 2019, esperamos una caída del PBI de 1,2 por ciento, inflación de 28,5 por ciento y un tipo de cambio de $ 50 para diciembre”´. Y continúa: “Entre los principales puntos a monitorear, destacamos la aprobación del presupuesto 2019, el cumplimiento de las metas fiscales y monetarias del acuerdo con el FMI y las encuestas políticas del año que viene camino a las elecciones presidenciales”.

Desde Aliaría, Christian Reos, gerente de Research de la compañía, prevé para 2019 una caída del PBI en torno al 1,5 por ciento, con la inflación bajando al 25 por ciento anual. “La evolución del mercado de capitales dependerá de que el Gobierno logre recuperar la confianza de los inversores”, sentencia.

Camino sinuoso Diego Chameides, estratega de Mercado de Banco Galicia, opina que “habiendo observado los primeros resultados del flamante esquema monetario-cambiario inaugurado a principios de octubre, la mayor restricción monetaria, sumada a previsiones de una mejor cosecha en 2019, un tipo de cambio real alto en comparación con la historia reciente y una menor volatilidad en las monedas de nuestros principales socios comerciales, deberían volver a incentivar cierto apetito por el peso ” No obstante el ejecutivo del Galicia alerta que`esa estrategia puede flaquear ante la eventual percepción de que el apretón monetario no fuera sostenible por razones sociales o electorales y/o que la posibilidad de un cambio de signo político a partir de diciembre de 2019 indujese a renovadas presiones sobre el riesgo argentino. Si la demanda de pesos se recuperase rápidamente, estos riesgos se mitigarían fuertemente”.

Ramiro Marra, Chief Strategy Officer de Bull Market, hace también un pronóstico con signo positivo de lo que vendrá en 2019. “Nunca el mercado cayó en dólares en años en que la Argentina Las recomendaciones de los especialistas giran en torno a privilegiar la renta fija. Atar la moneda al que se les va a dar a los ahorros y al plazo. Por ejemplo, títulos públicos y privados en dólares para la inversión a mediano plazo. El empinamiento del riesgo país 2018, en puntos. A pesar de que eI riesgo país logró alejarse de la barrera de los 800, duplica los números de la región. tuvo superávit de cuenta corriente. Y eso es lo que tendría que pasar el año que viene, con un piso de superávit de US$ 8500 millones”

Para Marra, ese hecho “traerá estabilidad cambiaría y la posibilidad de reactivar la economía, sumado a la supercosecha del campo que, entre finales de marzo y julio, generará un shock de dólares por US$ 35.000 millones. Pensamos que el miedo a que el Gobierno no sea reelecto obligará al productor a vender todo y no retener, por riesgo de mayores impuestos, y así es como el miedo tenderá un puente de estabilidad para las elecciones de agosto y octubre”

Hernán Torre, portfolio Manager de Renta Fija de HSBC, dice que “en lo que hace a la depreciación de la moneda nacional, lo peor ya quedó atrás” y argumenta: “Si evaluamos el tipo de cambio ajustado por inflación, veremos que el nivel actual se asemeja al existente en 2008 y 2010, cuando no existía el cepo cambiario y el resultado de cuenta corriente era superavitario en el primer caso y levemente negativo en el segundo”.

Los expertos consultados coinciden que la presión sobre el peso, torniquete monetario de por medio, empieza a tranquilizarse y normalizarse aunque hay que esperar al menos seis meses para poder decir si el ajuste dio realmente el resultado esperado. “Los últimos números conocidos de variables como compra de dólares para atesoramiento, balanza comercial y saldo neto de turismo internacional evidencian una reversión hacia el equilibrio en el mediano plazo” aporta Torre.

Las recomendaciones de inversión de los especialistas giran todas en torno a privilegiar la renta fija. Atar la moneda al tipo de uso que se les va a dar a esos ahorros y al plazo, eligiendo títulos públicos y privados en dólares para lo que es inversión de mediano plazo y bonos en pesos ajustados por inflación o por tasa Badlar si se va a utilizar a corto plazo para gastos y/o consumos locales.

También abren la ventana a dos oportunidades que pueden calzar para algunos perfiles: invertir en activos extranjeros directamente fuera del país, un mecanismo que con la nueva Ley de Mercado de Capitales es más accesible que hace un año, y algunas perlitas entre las acciones listadas en la Bolsa de Comercio que acompañarían las buenas perspectivas para ciertos sectores productivos.

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“Hasta el verano, vemos buenas oportunidades en activos en pesos, dado que esperamos un mercado cambiario controlado por el nuevo esquema monetario del BCRA”, dice Juan Martín Aguiar, CEO de Itaú Asset Management Argentina. “Las Lecaps (Letras del Tesoro Capitalizables en pesos) son instrumentos de corto plazo, entre 90 y 180 días, que permiten aprovechar las actuales tasas de interés superiores al 50 por ciento. Además, vemos buenas perspectivas para los activos en CER de corto plazo (hasta un año de duración)”  resume Aguiar en un diagnóstico que es compartido por la mayoría de sus colegas. “De mediano plazo, donde esperamos volatilidad por el contexto macro y por las elecciones, preferimos un portafolio dolarizado concentrado en el tramo corto de la curva Argentina o en activos de renta fija en dólares Latinoamérica”, diagnostica. El mundo condiciona Pero, claro, nunca las cosas son lineales ni sencillas. Y si el frente interno puede empezar a mostrar de a poco algunos resultados positivos, el externo amenaza con convertirse nuevamente en un potente viento de frente.

Como si el partido en cancha local no fuera lo suficientemente complejo para 2019, con la economía en alerta roja y las perspectivas de las elecciones presidenciales, el mundo no estará del lado de la Argentina. Otra vez los países emergentes serán blanco de miradas, de análisis meticulosos y de migración de capitales hacia retornos que suben en mercados que tienen implícito un riesgo mucho menor.

“Vemos que 2019 estará muy influenciado por la suba de tasa de interés tanto de la Reserva Federal como del Banco Central Europeo. Esto provoca reducción de liquidez internacional y que los flujos de inversiones vayan desde los emergentes hacia los mercados desarrollados. La consecuencia es una tendencia a incrementar la prima de riesgo y magros resultados tanto en renta fija como variable”, define Otermin, del ICBC.

“Dentro de las variables externas a monitorear mantenemos atención sobre la tasa de interés estadounidense -atadas a las presiones inflacionarias y el desarme de los estímulos monetarios-, y El que apuesta al dólar… Cotización 2018. Después de la corrida cambiarla de septiembre, la suba de la divisa estadounidense se estabilizó. los diferentes ruidos políticos internos y geopolíticos que se han manifestado en los últimos meses”, aporta Corujo. “Las tensiones comerciales entre China y los Estados Unidos son uno de ellos. Hasta ahora han demostrado tener impacto puntual y temporal sobre el mercado, pero dado el escenario no podemos descartar que termine finalmente profundizándose, con el riesgo de que afecte las proyecciones de crecimiento. De hecho, un factor que pesa sobre las valuaciones son las recientes revisiones a la baja en el crecimiento mundial, que incluso amenazan con romper la sincronización que se presentaba hasta ahora en economías emergentes y desarrolladas” dice la analista de PPL

Brasil será otro condicionante para los activos argentinos, especialmente de los sectores que más dependen de la interacción con el país vecino. El flamante presidente electo, Jair Bolsonaro, tiene un discurso anti-Mercosur que seguramente impactará en los negocios bilaterales.

Pero, también, el crecimiento de Brasil es vital para la economía local. “Para la Argentina, el crecimiento de Brasil es relevante. Por cada punto que crece nuestro principal socio comercial arrastra 0,25 de nuestra actividad. La expansión de Brasil es crítica para el sector industrial exportador”, apunta Eduardo Fracchia, economista e investigador sénior déla Universidad Austral, quien abre un gran signo de interrogación: “Veremos hacia marzo qué se puede esperar de Bolsonaro”.

El 2019 está en la puerta. Para los inversores será otro año de tensión, en el que el éxito dependerá del armado de una buena estrategia defensiva. Proteger en pesos el valor de compra de los recursos que se van a gastar a corto plazo, aprovechando las exóticas tasas de interés, y preservar en dólares el ahorro de largo plazo es la recomendación repetida por los expertos en análisis financiero. La otra advertencia: evitar riesgos y tomar posiciones cortas.

Títulos públicos

Protección no exenta de sobresaltos

Para inversores conservadores que buscan preservar su capital, los analistas recomiendan bonos en dólares de corta duración y títulos en pesos ajustados por CER o Badiar. Los retornos son atractivos pero hay que estar preparado para la volatilidad. En un tablero de juego que el año próximo se presentará sumamente volátil, quizás menos pero a lo mejor igual de vertiginoso que 2018, los inversores conservadores deben ser aún más cautelosos. Y los que suelen tomar riesgos, pensar seriamente en alternativas menos expuestas.

En ese contexto, bonos públicos y privados ofrecen oportunidades tanto en pesos como en dólares pero hay que remarcar que aunque son de las apuestas más conservadoras, en 2019 el inversor deberá soportar riesgo y turbulencia en las cotizaciones.

Lo primero a mencionar al analizar la renta fija nacional es que el riesgo de impago o default, principal desencadenante de la fuerte baja que los bonos anotaron en los primeros 10 meses de 2018, estaría prácticamente despejado tras el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Así y todo, ese es solo uno de los drivers que monitorean los grandes inversores, los que con su capital mueven el termómetro del mercado local. El resto es una conjunción de confianza en que el Gobierno podrá sostener el plan monetario que implemento, las tendencias que vayan marcando las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre y, por supuesto, lo que suceda durante 2019 en el resto del mundo.

Los desafíos para el inversor no son pocos. Y no son sencillos. “El mercado hoy ofrece oportunidades para obtener retornos reales interesantes tanto en pesos como en dólares. La clave para el inversor minorista pasa por una buena selección de cartera a mediano y largo plazo, y para ello es crucial definir el objetivo y el horizonte de su inversión”, plantea Juan Miguel Salerno, Chieflnvestment Officer para la Argentina en Compass Group. Y detalla su estrategia: “Si la intención es preservar capital y ahorro, la manera más adecuada aparece con portafolios dolarizados. En el caso de inversión para su posterior gasto de corto plazo, los niveles actuales de tasa de interés en pesos que se pueden captar son muy atractivas”.

Ganarle a la inflación

“En un escenario en el que vemos volatilidad y desafíos por delante, preferimos una cartera diversificada en cuanto a riesgo y moneda. Para los excedentes en pesos, las altas tasas en moneda local -fuertemente positivas en términos reales- que ofrecen algunos activos son interesantes”, dice Sabrina Corujo, directora de Portfolio Personal Inversiones (PPI), y apunta su recomendación en dos direcciones: a las Letras del Tesoro Capitalizables (Lecap), para posiciones más cortas, y los bonos indexados por inflación o a Los recomendados

Las Lecaps se licitaron a 132,160 y 374 días, con vencimientos a fines de enero, febrero y septiembre de 2019, y al cierre de esta edición se hacía una nueva licitación con vencimiento en abril y octubre del año próximo. El interés mensual que surgió de esa colocación es de 4 por ciento para los tramos más cortos y 3,45 por ciento para los más largos, que anualizado da una tasa nominal de 54,9 por ciento y 49,9 por ciento. Una gran diferencia con las Lebac, ahora en extinción, y también con las Letes (Letras del Tesoro) tradicionales es que la amortización es mensual, de modo que quien invierte $ 100, al cabo del primer mes aumenta su capital a $ 104 y así sucesivamente.

Diego Chameides, estratega de Mercado de Banco Galicia, le pone resaltador a la necesidad de ganarle a la inflación. “Será clave para cualquier inversor” dice el ejecutivo y postula que “si bien confiamos que el ritmo de suba de precios se moderará respecto a 2018, la inercia inflacionaria será difícil de frenar drásticamente. Los bonos indexados por CER permiten conservar el poder adquisitivo de los pesos y son una buena alternativa para una parte de la cartera en moneda local. En particular, títulos cortos como el Bogatol9 (AF19) o el Bogato20 (A2M2) son opciones con bajo riesgo de duration, que pueden ser complementados con algunos bonos provinciales ajustables por Badlar que todavía ostentan rendimientos de dos dígitos por sobre la tasa de referencia”. Chameides agrega que “la instrumentación de la política monetaria a través del sistema financiero hace que las tasas pasivas, como la Badlar, cobren mayor protagonismo y el Banco Central ciertamente estará atento a su evolución para poder cumplir con su objetivo de crecimiento nulo de la base monetaria hasta mediados del año entrante”.

Marcelo Otermin, responsable de Inversiones de ICBC, pone sobre la mesa una brújula bien concreta para los inversores y ahorristas minoristas: “Con un tipo de cambio real en niveles de la década del ´80, en la que teníamos inflación largamente superior al 100 por ciento anual, es preferible invertir en la moneda en la que se realizan los principales consumos” Y postula: “Si la nueva política monetaria funciona como se espera, controlará a la inflación e indirectamente al tipo de cambio. En pesos, controlada la inflación, la tasa de interés real quedará muy elevada, por encima del 15 por ciento anual”.

Desde su posición de Portfolio manager de Renta Fija en HSBC Argentina, Hernán Torre apunta también a mantener una exposición en pesos a través de las Lecaps emitidas por el Gobierno y los bonos subsoberanos que ajustan por Badlar, para capitalizar la suba de las tasas pasivas y una posible compresión de spread a medida que baje la nominalidad de la economía.

Gastón Sempere, Investment strategistdel Banco Mariva, advierte que tanto en la estrategia en pesos como en la de dólares hay importantes riesgos a monitorear y de los cuales protegerse: “La nueva política monetaria del Ban- La mayoría de los especialistas sugiere mantener una exposición en pesos a través dey bonos soberanos que se ajustan por Badlar para capitalizar la suba de las tasas pasivas”

Costos a tener presente Para calcular la ganancia que realmente llegará al bolsillo, más allá de precios y rendimientos teóricos, un inversor debe tener en cuenta no solo el precio del activo que va a comprar sino los gastos asociados a su compra y su venta, que varían de acuerdo a con quién se haga la operación: sociedad de bolsa tradicional, brokers oniine o el banco. Hay que averiguar y comparar estas comisiones. `Un inversor individual tiene que considerar el costo por operación, los gastos de custodia, la diferencia entre precio comprador y vendedor. Algo que pocos consideran es que, en períodos de alta volatilidad, el cambio frecuente de estrategia conocido como market timing genera pérdidas importantes que se pueden estimar en 2/3 por ciento anual en promedio`, aclara Marcelo Otermin, de ICBC. Gastón Sempere, Investment strategist del Banco Mariva, postula que `considerando la actual volatilidad del mercado, un inversor conservador debiera tener en cuenta el retorno total de la inversión. Es decir, el cobro de los cupones, más la suba o baja del precio de los bonos, menos los costos de la operación`. Entre los costos a tener en cuenta, se encuentran las comisiones de compra/venta, el mantenimiento de cuenta y el impuesto a la renta financiera. `Los fondos comunes de inversión son un instrumento que permite optimizar algunos costos de operación para inversores individuales`, aporta el ejecutivo de Mariva. En épocas de volatilidad cambiaría y alta inflación, a la hora de invertir en títulos públicos, ¿conviene hacerlo en pesos o en dólares? el Banco Central permitiría una mayor volatilidad del tipo de cambio y, aunque esperamos que el BCRA sea exitoso en la reducción de la inflación, esta continuaría siendo elevada en 2019`

“Para cubrirse del riesgo de inflación destacamos los bonos que ajustan por CER y por tasa de política monetaria. Nuestra recomendación son las Lecaps con vencimiento en diciembre y Bogato 2019/20” detalla Sempere. Dolarizarse Si el dinero excedente que se va a invertir no tiene como destino ser gastado en los próximos meses en pesos, la recomendación sin excepciones es posicionarse en activos en dólares. Soberanos (nación), subsoberanos (los que emiten las provincias) y obligaciones negociables (ON), es decir los títulos de deuda de las empresas que cotizan también en el mercado.

`Dado que se trata de un año electoral, el inversor debería mantener un posicionamiento en moneda dura. Dicho esto, sugerimos mantener en cartera Letes en dólares que amorticen antes de las elecciones, y una porción en A020, dado que es el activo más líquido dentro de la curva soberana de corto plazo´,´ es la recomendación de Torre, de HSBC. Este bono vence en octubre de 2020, tiene una duration de 1,77 y paga cupón (interés) de 4 por ciento. Al cierre de esta edición, la TIR superaba el 8,3 por ciento.

Para la parte de la cartera que se mantiene dolarizada (mayor porcentaje, a mayor aversión al riesgo), “las Letes en dólares creemos que son acá un buen instrumento y también la parte corta a media de la curva de bonos soberanos. El Bonar 2024y el Discount en dólares con vencimiento en diciembre de 2033 son también interesantes con tasas internas de retorno (TIR) del orden del 9,7 por ciento y 11 por ciento anual, para duration de 2,5 y menos de siete años, respectivamente”, apunta Corujo.

Christian Reos, gerente de Research de Aliaría, hace su apuesta casi exclusivamente en moneda extranjera.`Recomendamos bonos de muy corto plazo en dólares, con una leve exposición al peso a través de las Lecap.

“Para cubrirse contra el riesgo de tipo de cambio recomendamos bonos en dólares de la parte corta de la curva como Dúo 2019 y Global 2022/26. También vemos valor en bonos provinciales en dólares como CABA 2021, Buenos Aires 2021N/2024, Córdoba 2021/24/26, Santa Fe 2023, Mendoza 2024 y Entre Ríos 2025, así como en bonos corporativos, CGC21, Pan American Energy 2021, Genneia 2022, Pampa 2023, YPF 2024, CAPEX 2024y Banco Macro 2026”, propone Sempere, de Banco Mariva. Dividir los riesgos Claro que, más allá de la moneda elegida, no poner todos los huevos en la misma canasta debe ser la premisa número uno para cualquier inversor. Hacerlo por cuenta propia requiere tiempo, conocimiento y un volumen de dinero que permita atomizar o dividir la inversión.

La alternativa que el mercado ofrece son los Fondos Comunes de Inversión (FCI) de renta fija y los denominados T+1 que invierten en instrumentos de muy corto plazo con el objetivo de superar el rendimiento de un plazo fijo. Tuvieron un 2018 complicado, en el que la fuerte devaluación y consiguiente corrección en los precios de los títulos impactó fuerte en las carteras de baja administración. Incluso las más ultra conservadoras, que son los money marketo T+l, anotaron pérdidas.

Pero así como la ganancia pasada no es garantía de rentabilidad futura, las pérdidas registradas y el traspié en los últimos meses no debería repetirse. El riesgo existe, como en todo activo. `El mensaje para el inversor minorista es que debe diversificar entre tipo de emisores dentro y fuera de la Argentina. Esto puede hacerse a través de los fondos comunes de inversión que permiten acceder a carteras de bonos y acciones de América latina con montos de entrada desde $ 1000´,´ recomienda Salerno, de Compass Group.

`Fondos que inviertan en Lecaps, bonos corporativos a tasa flotante y fideicomisos financieros serán una buena alternativa. El rendimiento esperable está en el orden del 65 por ciento anual e iría bajando a medida que baje la inflación´,´ dice Otermin, de ICBC.

“Los FCI son un buen instrumento para diversificar. Aunque la industria fue bastante castigada este año, puede ser un buen vehículo para llegar a un menú más amplio de inversiones y tener una liquidez que quizás de otra forma no se alcanzaría. En particular, si el escenario se complica, la liquidez vale” recomienda Corujo de PPL

Con carteras propias, taylor made o fondos de inversión, 2019 será todo un desafío para los inversores. Tratar de preservar del desgaste que significa la inflación -y también posibles nuevas devaluaciones- lo que costó tanto ahorrar deberá ser la nave insignia durante todo el nuevo año. Abrir el paraguas y esperar a que la tormenta pare.

Acciones

A la caza de oportunidades

Los precios de las empresas argentinas fueron muy castigados este año y quedaron en niveles atractivos para quien pueda esperar una recuperación. A qué papeles apostar y por qué. El castigo fue duro y parejo. En enero de este año, medido en dólares, el índice Merval superó los 1800 puntos, mientras que a fines de octubre rondaba la zona de los 750, una caída de 58 por ciento. En pesos, el índice bajó de 35.400 puntos a valores inferiores a los 28.000 puntos (-22 por ciento), a lo que habría que sumarle una inflación acumulada en los primeros 10 meses del año de más de 30 por ciento.

Para adelante, el terreno no es fértil ni llano para que las empresas mejoren demasiado su performance-, las tasas de referencia por encima de 70 por ciento que secan la economía de pesos y hacen imposible pensar en financiación, sumado a una caída del PBI que los economistas proyectan en no menos de 1 por ciento para 2019, dibujan un panorama raquítico.

Sin embargo, un dato inobjetable prende una luz verde sobre las acciones para quienes se atreven al riesgo e invierten pensando en el largo plazo: el precio.

“Las altas tasas de interés, el entorno recesivo y el calendario de elecciones para el año que viene conforman un escenario poco auspicioso para las acciones. Sin embargo, el equity sufrió un castigo excesivo y muchas empresas vuelven a exhibir valuaciones atractivas. Además, en mayo del año que viene se efectivizará el ingreso al índice de países emergentes de MSCI, lo que podría dar lugar a nuevos compradores. Para aquellos inversores con mayor tolerancia al riesgo, el sector energético sigue mostrando fundamentáis sólidos y está menos expuesto al ciclo que otros, una ventaja importante ante proyecciones de crecimiento anémico” dice Diego Chameides, estratega de Mercado de Banco Galicia.

Comparte la visión Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI: “Claramente el mercado accionario argentino es el más castigado. Así como en los últimos años advertíamos que estaba demasiado caro respecto á otras economías más dinámicas y diversificadas, como por ejemplo Brasil, ahora opinamos que las acciones argentinas están sobrecastigadas”.

“Se produjo una gran destrucción de valor durante 2018. En grandes números, el índice Merval perdió más del 50 por ciento de su valor en dólares. Fue un castigo muy fuerte en el que influyeron tanto factores propios del país como externos, desde la guerra comercial Estados Unidos -China hasta Turquía y la suba de la tasa de interés estadounidense. Como contrapartida, en la medida en que la actividad económica comience a buscar su piso y se inicie la recuperación esto constituye una excelente oportunidad de entrada, con muy buenas expectativas de ganancias”, analiza Marcelo Otermin, responsable de Inversiones de ICBC. Aunque tiene sus sectores predilectos, recomienda a los inversores individuales que quieran posicionarse en acciones hacerlo a través de Fondos Comunes de Inversión (FCI). `Entendemos que, cuanto más volátil el escenario y el tipo de inversión, más justifica dejar el manejo de la cartera en manos profesionales´,´ asegura. La selección `Para inversores de largo plazo vemos oportunidades en algunas acciones argentinas que pueden aprovechar este nuevo contexto macroeconómico de tipo de cambio alto como TGS, YPF o Tenaris` aporta Juan Martín Aguiar, CEO de Itaú Asset Management Argentina. Sardans cuenta cómo se mueven los grandes inversores y pone en escala la recomendación para los individuos. “Los fondos de inversión y otros inversores institucionales en general no son selectivos cuando invierten en acciones. De la misma forma se mueven los mercados alrededor del mundo. Por ende, tomaría todas las acciones del Merval, pero sobreponderando a las energéticas y bancos, e infraponderando a las empresas que están enfrentando a la justicia por estar en los cuadernos”, afirma.

Juan Miguel Salerno, Chief Investment Officer en Argentina de Compass, privilegia la cautela: `El castigo del mercado de renta variable fue relevante, pero depende de la normalización de la macro poder ver puntos de entrada. Nuestra recomendación es tener una cartera diversificada con una porción relativamente baja en renta variable, de 10 por ciento´.´ En idéntico sentido va José Ignacio Baño, gerente de Asesores Financieros de InvertirOn.

Lo mejor es armar una cartera diversificada con una porción relativamente baja en renta variable, del 10 por ciento, dicen los especialistas. En puntos. Fuente: ByMA. line (IOL). “Mire como se lo mire, las acciones argentinas están muy lejos de los valores que alcanzaron hace unos meses. En estos niveles de precios, si bien no espero que se vuelvan a registrar máximos del Merval en dólares, es muy probable ver algunos rebotes que ofrezcan buenas ganancias a quienes estén más atentos”. Pero advierte: `De todos modos, mi recomendación es ser cautos, prestarles atención a los primeros indicios de movimiento y, si no se ve en condiciones de hacer eso, tomar posición en renta fija aprovechando las excelentes tasas del momento”.

Para un perfil de inversor agresivo, que sabe y acepta que va a tener que tolerar una buena volatilidad, es un buen momento para acumular acciones en estos valores. “El sector energético es el que presenta las mejores oportunidades. Ahí hay empresas con gran parte de sus ingresos dolarizados o atados a valores de tarifas públicas (que ya todos sabemos cuánto suben). Compañías como Central Puerto, Transportadora de Gas del Sur, Pampa Energía e YPF son las más recomendables” detalla Baño, quien suma también a las empresas ligadas a comercio exterior, como las agropecuarias.

Gastón Sempere, Investment strategist del Banco Mariva, pone luz verde a las compañías exportadoras y a aquellas con una matriz de costos en pesos. `En particular, el sector agropecuario podría ser favorecido por un aumento de la cosecha, mientras que el sector siderúrgico continuaría sacando provecho de un sólido crecimiento económico global y el sector petrolero, de la recuperación de los precios internacionales del crudo´.´

En cambio, le baja el pulgar a las empresas con alta exposición a la demanda doméstica, en un contexto en el que la recesión de la economía se extiende, y también a las que poseen gran proporción de sus costos en salarios. Los sectores financiero, inmobiliario y de telecomunicaciones encuadran en esos parámetros, dice.

Hernán Torre, portfolio manager de HSBC, propone tres sectores y apuestas de diferente calibre en cuanto a riesgos. `Por diferentes motivos, aquellos con mejores perspectivas para 2019 serían dos: bancos y Utilities. A estos dos podría agregarse un tercero, agro, que tal vez pueda canalizar en los resultados de algunas de las empresas cotizantes las, a priori, muy buenas condiciones de negocio que tendrán en 2019`

“El caso de los bancos es el más sencillo de entender, pero también la apuesta más arriesgada. La etapa de recesión por la que atraviesa la economía en la segunda mitad de 2018 y que podría durar hasta bien entrado 2019 se presenta como el principal riesgo en términos de negocio tradicional. Para que este sector pueda recuperar parte del terreno perdido en los últimos meses, es fundamental que la economía comience a crecer lo antes posible (tercer trimestre de 2019 o antes), lo que vendrá acompañado de una normalización de las tasas de interés reales y la reactivación de la actividad crediticia”, explica Torre y arriesga: “Asignamos a este escenario una probabilidad elevada”

Otermin, de ICBC, también hace zoom sobre las posibilidades de recuperación de los bancos argentinos en una comparación regional. “El sector financiero está cotizando con un fuerte descuento en términos de su propia historia y prácticamente se igualó con un mercado muy castigado los últimos años, como es Brasil. Considerando el múltiplo Precio/Valor Libro, por ejemplo Grupo Galicia cotiza en torno al 2,5x (veces), cuando su promedio histórico de los últimos cuatro años fue 3,3x, habiendo superado los 5x en enero de este año. De igual forma, Supervielle cotiza en 1,5x versus 2,7x de promedio histórico y un máximo de 4x a principios de año.”

“En términos de Precio/Utilidades observamos a los bancos peruanos cotizando alrededor de 14x (veces), y Brasil y Colombia algo por encima de 10, mientras que los argentinos en promedio están en torno al 9,3x. En consecuencia, vemos todavía un largo recorrido a partir de la estabilización macro para ponernos en linea con la región” opina Otermin.

Para los que se atrevan, 2019 puede dejar ganancias jugosas si la macroeconomía empieza a dar señales de recuperación y no hay nuevas tormentas ni rebrotes de desconfianza. Apuesta arriesgada que puede reservarse para una porción mínima -10 por ciento por ejemplo- del capital que se esté invirtiendo.

`Las valuaciones se ajustaron en los últimos meses mucho más a la realidad actual de la economía y las proyecciones de corto plazo. No obstante, tampoco están regaladas` advierte Sabrina Corujo, directora de Portfolio Personal Inversiones (PPI). Para los que quieren arriesgarse con la renta variable doméstica, el consejo es ser `selectivos con las oportunidades´.´ Y resume: `El mercado mantendrá una alta volatilidad, en la que no descartamos que los precios vuelvan a testear los mínimos ya vistos. Será un mercado ideal para trading, pero que no es claramente una estrategia para cualquier tipo de inversor´.´

Dólar

El eterno refugio Qué puede pasar con la cotización de la moneda estadounidense durante el año próximo. Las alternativas para Invertir y dónde conseguir mejor precio. Las opciones de cobertura vía futuros. Después de un 2018 en el que el dólar vivió su escalada más importante desde la salida de la convertibilidad, una de las pocas cosas que se puede predecir para el año que viene es que los argentinos van a seguir de cerca la cotización de la moneda estadounidense. Aunque el derrotero del dólar no pueda predecirse, hay una serie de parámetros de los cuales agarrarse para tener un escenario a partir del cual tomar decisiones, distintas alternativas para comprar más barato y, en última instancia, instrumentos financieros que permiten cubrirse si es que las previsiones originales terminan en el tacho de basura.

La primera guía para saber qué esperar del mercado cambiario no es un predictor muy poderoso, pero al menos ayuda a saber cuál es el escenario que tiene en mente el Gobierno de cara a 2019. Se trata del Proyecto de Ley de Presupuesto 2019, que al cierre de esta de esta edición tenía media sanción de la Cámara de Diputados. Los cálculos del Ministerio de Hacienda incorporados a ese proyecto de ley están alrededor de un dólar de $ 40,10 promedio para todo el año, en línea con una expectativa de inflación del 23 por ciento para los 12 meses y un esquema de política monetaria de control de cantidad de dinero que aspira a una estabilidad importante en el tipo de cambio. Con todo, cabe aclarar, el Presupuesto 2018 aprobado a fines del año pasado preveía un dólar promedio de $ 19,30 para este año, cuando, tras subas y bajas, arrancó noviembre cerca de $ 36,60 minorista. En el medio, pasaron cosas. Así que mejor tener cautela frente a esto.

Pero más allá de esa primera previsión, en las expectativas de los analistas se pueden encontrar intentos un poco más finos de fijar un escenario base. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), en el que el Banco Central (BCRA) pregunta a medio centenar de consultoras, bancos y fondos de inversión respecto a sus proyecciones, mostró que el plan de estabilización vigente acordado con el FMI logró generar cierta confianza en que la temida variable dólar no volvería a dispararse.

En la edición del REM publicada en los primeros días de noviembre, la mediana de expectativas de dólar para el cierre de este año retrocedió a $ 39,3 promedio mensual, cuando un mes antes había llegado a $ 43. En la misma línea, las previsiones para diciembre de 2019 retrocedieron a $ 48,9 por dólar promedio mensual, lo que implicaría un avance del 24,6 por ciento en el año. Un mes antes estimaban que estaría en $ 50,4 en ese momento. El giro fue impresionante: venía de 10 meses consecutivos de encuestas en las que cada vez las expectativas se corregían al alza. Entonces, si bien no es imposible conocer el futuro, al menos se puede saber en base a qué presupuestos se van a manejar los actores del mercado. Riesgos Con todo, el plan pactado con el FMI y ejecutado por Guido Sandleris al frente del BCRA recién da sus primeros pasos y existen riesgos en el horizonte. El economista Federico Muñoz, titular de la consultora que lleva su nombre, los enumeró en un reciente informe. “Para empezar, habrá que prestar atención a la dinámica inflacionaria.Tras el 6,5 por ciento de septiembre, se espera para octubre otro registro bien superior al 5 por ciento. Si noviembre y diciembre no mostraran una desaceleración sustancial, el BCRA no podrá bajar de manera consistente la tasa de interés y la confianza en la política monetaria seguramente se resienta” escribió.

“Por otro lado, habrá que ver cómo reaccionará el mercado cambiario cuando el BCRA comience a bajar la tasa de interés y el carry trade ya no luzca tan atractivo; especialmente, si el contexto financiero internacional vuelve a depararnos novedades ingratas”, sumó el economista.

“El clima social también puede gestar nuevos sobresaltos. La pesada caída de los salarios reales generó un justificado malhumor social. El Gobierno ha evitado toda poda al gasto público orientado a los estratos más vulnerables para contener el encono y minimizar el riesgo de desbordes. Pero la posibilidad de un diciembre conflictivo sigue estando muy latente”  dijo. “Finalmente, el frente político sigue siendo una fuente de incertidumbre a mediano plazo que debilita el alcance de cualquier mejoría circunstancial”, concluyó.

Por eso, frente a esto, es esperable que, a pesar de la mejora en las perspectivas de corto plazo, los argentinos sigan recurriendo al dólar para sus ahorros de mediano a largo plazo. Las apuestas por la tasa en pesos, el famoso carry trade, también atraerán la atención, pero en posiciones de más corto plazo o propias de inversores profesionales. ¿Dónde conviene comprar? Lo que sigue, si de comprar dólares se trata, es ver que no es lo mismo comprar y vender en cualquier lado. Casas de cambio, bancos y, desde hace muy poco, también las sociedades de Bolsa (llamadas agentes de liquidación y compensación, o Alie) compiten ahora por el mercado siempre importante que genera el apetito verde de los argentinos.

Por historia, sencillez de la operatoria y tradición, los bancos tienen con creces el dominio de la mayor parte de las operaciones de compra y venta de divisas en el país. Según datos del BCRA, el 82 por ciento de las operaciones de compra y venta de billetes en septiembre pasado estuvieron concentradas en 10 bancos.

Los bancos ofrecen acceso online y móvil para operar compra y venta de divisas de manera práctica y segura, sin la necesidad de acercarse a una sucursal. ¿Pero ofrecen el mejor precio?

A inicios de este mes, el dólar minorista cotizaba en el promedio de casas de cambio relevada por el Instituto Argentino del Mercado de Capitales 1,3 por ciento por encima del promedio de bancos que releva a diario el BCRA.

Así que ahí hay una primera guía: para bancarizados, las ventanillas online suelen ser más convenientes que las compras presenciales en casas de cambio, más orientadas al dinero en efectivo y necesidades puntuales.

Pero, además, dentro del mercado cambiario este año surgió una novedad. Las sociedades de Bolsa empiezan a salir a competir. Desde siempre, las sociedades de bolsa operaban `contado con liquidación` o `dólar MEP´,´ tipos de cambio mayorista que pueden llegar a estar 3 por ciento por debajo del minorista. Pero la operatoria, aunque sencilla, aparece engorrosa para los ahorristas menos acostumbrados a la Bolsa. Y además no se acredita en el momento.

Aun así, ahora algunas pocas sociedades se volcaron a vender dólares online a sus clientes. El precio para la compra estaba 1,6 por ciento debajo del promedio de bancos a principios de este mes y casi 2,9 por ciento por debajo del promedio de casas de cambio. Hasta el momento, Balanz Capital y Bull Market Brokers tienen en marcha ese sistema, que permite comprar dólares desde la computadora o el celular, transfiriendo los pesos desde una cuenta bancada. En el futuro varias prometen sumarse a la tendencia. ¿Y por qué no cubrirse? Ante la imprevisibilidad del mercado cambiario, quienes pretenden destinar ingresos que aún no percibieron a dólares tienen una alternativa: el mercado de futuros. El caso típico es el de las empresas que importan parte de sus insumos en dólares y van a comprarlos más adelante, o el de las que venden productos con precio internacional -el agro- y necesitan fijar un dólar.

Ante esa posibilidad aparece el mercado de futuros, que asusta a muchos por su supuesta complejidad, ya no como una alternativa sino como una necesidad algo ineludible para quienes el dólar es parte de sus cuentas a la hora de producir.

“Con el dólar calmo, es la hora de cubrirse” explica Javier Marcus, de Suthern Trust. “Una PyME con insumos importados puede acordar con un broker qué dólar le conviene en cada momento del año para garantizarse su rentabilidad aun si hay una suba importante”, añade.

La cobertura, si la calma esperada se concreta, implica un costo extra. El empresario que fija un dólar a futuro puede encontrarse con que, finalmente, la divisa llega a esa fecha por debajo de sus temores. Pero, como un seguro, le permite cubrirse de daños mayores en caso de una disparada. Matías Barbería Fondos Comunes de Inversión

La industria de Fondos Comunes de Inversión creció en los últimos años a partir de la abundancia de pesos. El apretón monetario plantea desafíos para 2019. Dónde estarán las oportunidades, según cinco referentes del sector. Tras haber crecido con fuerza en los últimos dos años, sobre todo gracias a los fondos de money market y T+1 que administraban el enorme flujo de pesos de la economía, en 2018 el cimbronazo se sintió fuerte: a partir de la devaluación de abril se fueron cerca de $ 200.000 millones del patrimonio de la industria. Aunque en el último mes y medio la caída se frenó y el capital administrado encontró un piso en los $ 500.000 millones, los Fondos Comunes de Inversión (FCI) tienen por delante una coyuntura complicada.

“La sangría de este año fue muy importante: medido en dólares, el total de activos administrados cayó en más de US$ 20.000 millones. En octubre vemos que esa sangría tocó un piso y el total del patrimonio administrado comenzó a estabilizarse”, puntualiza Federico Diez, gerente General de Quinquela Asset Management.

“En general, hay un ida y vuelta entre lo que se ofrece en la plaza de instrumentos y lo que los fondos compran. Entonces, si la plaza ofrece Obligaciones Negociables (ON) en pesos y hay fondos, se da un efecto de retroalimentación. Esto es lo que venía pasando desde antes de la salida del cepo: había una enorme abundancia de pesos que se traducía en las posibilidades de las empresas de ir al mercado de capitales en vez de a los bancos para fondearse. Ahí nacieron los T+l, que dieron la posibilidad de sacar unos pesos extra”, explicó Diego Falcone, headportfolio manager de Cohén.

José Echagüe, estratega de Consultatio, coincide: “El año 2018 fue especialmente malo para cualquier activo de riesgo: a los que invirtieron en acciones les fue muy mal, a los que invirtieron en bonos no les fue bien, tampoco a los que invirtieron en monedas. Pero creo que hoy las condiciones son distintas, porque hace un mes hablábamos de cómo huir de los pesos y hoy el peso ya vuelve a dar oportunidades”. ¿Hacia una recuperación en 2019? Tras el turbulento 2018, la industria financiera local en general, y la de FCI en particular, espera que el próximo año sea de transición hacia un nuevo orden económico. Conocidos los términos del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la única certeza es que con la aspiradora de pesos del Central encendida se “apagaron los motores” que dieron impulso a los fondos comunes en los últimos años.

De todas formas, la expectativa del sector es que a partir de enero las tasas de referencia comiencen paulatinamente a bajar y eso pueda impulsar a los inversores a salir de su letargo. Frente a la incertidumbre, es esperable que los argentinos sigan recurriendo B1BMBI1 para sus ahorros de mediano plazo. El carry trade será más de corto plazo.

“Para que la industria se recupere, vamos a tener que tener una abundancia de pesos. Y eso, con el programa monetario que tiene la Argentina y la dieta a la que estamos expuestos, es difícil. La industria de fondos no se separa de lo que pasa con los agregados monetarios: si el Banco Central dice que van a crecer 0 por ciento, la industria va a estar ajustada` añade Falcone. `Veo difícil la vuelta de los T+l. Y la industria creció por ahí: de ser una industria que en 2007/2008 estaba enfocada en las acciones, pasó a ser una que administra el corto plazo en pesos. Y ahí estaban las ON, los fideicomisos, las Lebac. Ahora, con esta sequía que estamos viendo y con los golpes que tuvo la industria, va a ser complicado que resurjan con fuerza los T+l y por lo tanto la industria tenga el crecimiento exponencial que tuvo”, asegura.

El punto de inflexión podría encontrarse en el segundo semestre del año: “El Banco Central ya se comprometió a no expandir la base monetaria hasta junio. En este escenario de mayor restricción de la liquidez, los motores de la industria estarán funcionado a media máquina hasta ese entonces. Pero en ese momento vamos a estar en la previa de las PASO, así que el comportamiento de los inversores seguramente marchará al compás de las encuestas” vaticina Diez.

Pese al ruido electoral, la industria de FCI lograría levantar cabeza. “Si el Gobierno consigue estabilizar la macro, la industria va a volver a crecer, seguramente no a las tasas que vimos en años anteriores, pero lo hará en un contexto de mayor solidez”,  añade.

Sin embargo, para Echagüe, el grueso de los inversores va a privilegiar posiciones conservadoras: “Sobre todo por el riesgo político, pero también porque los ajustes que tiene que hacer la Argentina para cumplir el acuerdo con el Fondo son desafiantes y hay muchos que, de forma justificada, tienen algunas dudas sobre las chances que tiene la economía de salir exitosa de eso”

Uno de los catalizadores que puede reactivar el apetito por los fondos es la recuperación de la tasa de interés real. “Las tasas de interés actuales en términos nominales son altas, no asi en términos reales, pero tenemos la expectativa de que la inflación va a desacelerarse a partir de este mes en forma rápida y las tasas no van a hacerlo tan rápidamente. Desde ese punto de vista, para el inversor las oportunidades son muy interesantes”, añade Echagüe.

Con todo, la perspectiva de buena parte de la industria es que el próximo año la volatilidad de la economía se mantenga. La `lección` que dejó este año obliga a levantar la visa del cortísimo plazo en el que se estaba manejando, para sentar las bases para un nuevo crecimiento. “Este año se aprobó una nueva Ley de Mercado de Capitales, llamada financiamiento productivo, que podríamos decir que es revolucionaria para la industria. Se corrigieran problemas en los Fondos Cerrados, se crean nuevos instrumentos como Fondos de Fondos, Fondos Indices y Fondos para Inversores Calificados. Se está trabajando en la colocación de Fondos en el exterior. Se crean los Fondos complementarios de Pensión” enumera Nora Trotta, presidenta de Megalnver, y añade: “Mucho de todo esto debe ser reglamentado por la CNV, pero el abanico de alternativas para el inversor es inmenso. Estos cambios apuntan a fortalecer el mercado de capitales, a crear instrumentos que permitan el financiamiento a largo plazo para empresas y PyMEs. Es un cambio importante y sin duda estaremos a la altura para este nuevo escenario”.

La pelea por los minoristas Con el boom de las Lebac, muchos inversores minoristas comenzaron a apostar por los fondos comunes de inversión, especialmente traccionados por los FCI cambiarlos. Justamente este tipo de inversor menos sofisticado fue el que más sufrió por el desarme de la industria desde el segundo trimestre de este año. De cara al futuro, el desafío de las administradoras es crear los incentivos necesarios para que vuelvan a volcar sus ahorros en este instrumento de inversión. “Si la economía se estabiliza, es probable que la industria recupere los fondos que se fueron, aunque probablemente de la mano del inversor institucional más que del inversor minorista, porque este tarda más en entrar y más en salir. Es más reactivo a las modas y las tendencias, y no ha tenido una Cuánto capital administran los FCI.

Uno de los principales escollos que deberá sortear para esto es la competencia que ofrecen los bancos a partir de una mejor remuneración de los depósitos a plazos. En el primer mes del `plan Sandleris` y con tasas que alcanzaron el 55 por ciento, los depósitos en pesos volaron y su stock se incrementó en 13,5 por ciento.

`Hay un deseo de que vuelva la reintermediación y eso implica que los plazos fijos compitan con los fondos. Ese es hoy nuestro gran enemigo a batir. Los clientes conocen a los plazos fijos y van a usarlos más de lo que lo hacían anteriormente` reconoce Falcone.

Sin embargo, las administradoras de FCI destacan la liquidez de los fondos y la transparencia del vehículo de inversión como diferencial superador frente a los productos bancarios. `Los Fondos Comunes de Inversión no solo están compitiendo con los bancos, sino que en la práctica y por diversas razones son más eficientes. Los fondos al interés lo reflejan en el valor cuota diario y lo capitalizan. El inversor se los lleva el día del rescate y, a diferencia de un plazo fijo, no tienen que aguardar un vencimiento. Las cuentas remuneradas no están disponibles para personas físicas y pequeñas empresas, suelen estar disponibles para inversores institucionales o grandes empresas` pondera Trotta. Ana Clara Pedotti.

Activos extranjeros

Ahorros que cruzan fronteras Qué hay que tener en cuenta para invertir en activos extranjeros, desde acciones hasta bonos del Tesoro estadounidense. El patrimonio mínimo requerido para que la jugada resulte rentable. La economía argentina no invita al relax, al ahorro de largo plazo ni a la planificación financiera. Hay que hacer un gran esfuerzo para separar algún excedente mes a mes y, una vez generado un cierto patrimonio, el tema es cómo y dónde invertirlo para preservar su valor.

Los activos locales de menor riesgo, como los plazos fijos, algunos títulos públicos o fondos comunes de inversión (FCI) son las opciones habituales. Pero, ¿quién no pensó en buscar “tranquilidad” colocando los ahorros en activos del exterior?

Incluso en la recomendación de todos los analistas aparece la frase `diversificación regional` Una manera de hacerlo, la más sencilla, es adquiriendo algún fondo común de inversión local que se posicione en activos extranjeros. La otra alternativa es comprar en la Bolsa de Comercio Cedears (Certificado de Depósito Argentino) de empresas que coticen a través de este papel en el país. La contra es que suelen tener muy poca liquidez para un inversor pequeño y, además, son solo acciones, un riesgo que muchísimos inversores no quieren asumir aunque se trate de compañías como Microsoft, Apple, Google o las vecina Bradesco o Vale do Rio Doce, entre otras. Saltar el charco Pero, ¿cómo se puede cruzar literalmente la frontera y hacerse, por ejemplo, de Bonos del Tesoro estadounidense? “En el mundo de hoy, el acceso a los mercados globales se volvió mucho más fácil para inversores de patrimonio medio, mientras que antes esta opción estaba solamente disponible para grandes inversores, con un importante nivel de ahorro y canalizado a través de exclusivos bancos de inversión” explica Diego Martínez Burzaco, socio de MB Inversiones, para empezar a devanar la madeja de lo que es invertir en el exterior, una posibilidad que tiene un antes y un después en el blanqueo de capitales del año 2017 y también en la reciente reforma de la Ley de Mercado de Capitales.

Mariano Sardáns, CEO de FDI, postula cuál es la situación legal y regulatoria para invertir en el exterior: “Es importante tener en cuenta que la nueva Ley de Mercado de Capitales permite que las entidades financieras locales (sociedades de bolsa y bancos) firmen acuerdos con sus pares del extranjero para permitirle al inversor local el acceso a títulos y servicios financieros del exterior, con la sola apertura de una cuenta en la Argentina”

“La operatoria es totalmente legal y dentro de un marco normativo supervisado por la CNV que protege al inversor local de cualquier mala praxis en relación al asesoramiento y/o administración de su dinero por parte de las entidades locales” avanza Sardáns, quien se encarga de administrar patrimonio de clientes individuales y corporativos.

Un dato no menor que los inversores deberán ver y chequear en cada caso en particular es la carga impositiva de determinados activos y determinados mercados, de modo que el pago al fisco no se lleve la ganancia. Lo mejor es asesorarse con un broker especializado porque cada mercado y tipo de inversión tienen un tratamiento diferencial en las declaraciones locales de Ganancias y Bienes Personales.

José Ignacio Baño, gerente de Asesores Financieros de InvertirOnline (IOL), uno de los varios brokers que tienen aceitada esta operatoria para sus clientes, explica que para invertir en el exterior hay dos caminos: abrir cuenta en un broker externo u operar a través de un broker local.

“En el primer caso, las comisiones son más bajas que las alternativas locales y las plataformas de inversión más sofisticadas. La contra es que, en general, quienes operan directamente en el exterior no reciben un asesoramiento financiero y se enfrentan a plataformas que son mucho más complejas, sin contar el obstáculo que suele ser el idioma” explica Baño.

Localmente, lo más común es operar a través de un formato que se denomina “bajo mandato” Con esta forma, el agente de bolsa local transmite a otro broker en el exterior las operaciones que el cliente solicita aquí. Además, si bien la operación se hace en el exterior, luego los títulos se custodian en la Caja de Valores.

“El inversor que quiera diversificar su cartera puede invertir en instrumentos del exterior, sean bonos, acciones o fondos desde su cuenta local en Puente o, en el caso que quiera que la custodia de sus inversiones esté fuera de la Argentina, puede abrir una cuenta personal en los Estados Unidos, Suiza o Uruguay, en el marco de distintos acuerdos estratégicos que tenemos con bancos de primera línea del exterior, pero siempre con nuestro asesoramiento financiero”, explica Nicolás Bentel, managingpartner de Puente.

Alejandro Cosentino, CEO y fundador de Afluenta, la plataforma de crédito colaborativo, pone en blanco sobre negro lo que busca el argentino que logró armarse de un cierto patrimonio. “El individuo que tiene capacidad de ahorro en la Argentina usualmente es más sofisticado que sus pares en otras partes del mundo. El entrenamiento intensivo de preservar el valor de sus ahorros en una economía cambiante le ha dado una habilidad para manejarse en situaciones de crisis que no tienen los ahorristas en otras partes del mundo ni de la región”. Y avanza: “Los argentinos saben que tienen que diversificar en distintos tipos de activos y de monedas. Esto significa equilibrar situaciones de corto plazo con otras de largo plazo.”

Ramiro Marra, de Bull Market, fue uno de los primeros en atar lazos con el exterior. En el caso de la administradora, abrió oficinas en los Estados Unidos y tiene una representación en Buenos Aires para estar más cerca de los clientes. “Invertir en el exterior es muy sencillo, sobre todo a partir del levantamiento de las restricciones cambiarías que estuvieron vigentes hasta 2015”, dice Marra.

“El paso a paso comienza con la apertura de una cuenta en un broker-dealer registrado en Finra (es una especie de contralor o arbitraje en defensa de los derechos de los inversores en los Estados Unidos) y luego ordenar la transferencia de fondos, los cuales se pueden enviar a través de transferencia bancaria (si es efectivo) o de un broker (en caso que sean bonos o acciones). En 72 horas el dinero está fuera y se puede comenzar a invertir. Para traer de regreso el dinero a la Argentina, se hace el procedimiento inverso. Es una buena alternativa para diversificar riesgo local” detalla Marra.

Claro que no es una operatoria para cualquier bolsillo porque, más allá de la apertura y la sencillez del proceso, requiere de un determinado volumen para que se justifique y sea conveniente el movimiento. “Hoy apuntamos a un inversor que disponga de un capital de al menos US$ 10.000/20.000 ya que ahí se puede invertir cómodamente y con el privilegio de estar en el selecto club de los ´inversores clase mundial.´ Estados Unidos es el mercado más desarrollado y vasto del mundo, y cualquier inversor que quiera dar un salto de calidad debe incluirlo en su portfolio”, define Marra y aclara que, de todos modos, se puede invertir en acciones con un capital de US$ 2000. En el caso de bonos, el monto recomendable es un poco más alto, dado que solo se negocian en el mercado ´Ov"r The Counter (OTC) donde los jugadores son mayoristas“.
Martínez Burzaco avanza sobre el tema costos para despejar dudas de los posibles inversores: “Varían de acuerdo al intermediario. Si uno invierte mediante las ALYC, la comisión mínima por transacción va desde los US$ 35 a US$ 50; si el monto es mayor, se trata de un porcentaje de entre el 0,5 y el 1 por ciento”.En cambio, si se invierte a través de los brokers del exterior, los costos son mucho más accesibles, ya que en la gran mayoría son tarifas planas, que van desde los US$ 5 hasta los US$ 15 sin importar el monto a invertir` Su recomendación es arrancar en no menos de US$ 5000 para acciones y US$ 50.000 para bonos.

Los recomendados

“Los ETFs (Exchange Trade Funds) son alternativas muy interesantes de inversión. Se trata de fondos que cotizan y pueden ser adquiridos en el mercado secundario”,  apunta Baño, de IOL, y enumera las ventajas de este instrumento que funciona en la práctica como un fondo de inversión que se puede comprar y vender como si fuera una acción.

La gran variedad de alternativas.

Hay ETFs que replican índices, otros que se basan en zonas geográficas, otros que permiten operar commodities, otros que permiten apalancarse, otros que permiten operar al movimiento inverso del mercado (si el índice baja, el ETF sube), y muchas alternativas y combinaciones más.

Simplicidad para operar: se opera como cualquier acción. ?

Diversificación: con un único instrumento se puede acceder a una gran variedad de instrumentos.

Ahorro de costos: por el mismo motivo anterior, con una sola operación se puede acceder a una gran variedad de instrumentos. Encuadre fiscal Los Bonos del Tesoro tienen la contra que “para un residente fiscal de la Argentina, la tasa que paga este título se computa como un ingreso más al régimen general de Ganancias, con lo cual para un inversor con ingresos medios termina pagando el 35 por ciento de impuestos.

Adiclonalmente, es una alternativa que también paga el impuesto a los Bienes Personales”, explica Mariano Sardáns, CEO de FDI.

Similar aclaración vale para los ETFs. `Para los residentes argentinos, los ETF que sirven son los que invierten en acciones. No así los que invierten en bonos, ya que estos últimos terminan pagando impuestos en los Estados Unidos, dado que el fisco de este país computa como dividendos las distribuciones de los intereses que generan`, indica. Un dato a mirar a la hora de invertir en el exterior es la de los activos y los mercados, de modo que el pago al fisco no se lleve la ganancia obtenida.

“En este momento en el que estamos experimentando algo de volatilidad en los mercados globales en general, para un perfil conservador -moderado, apostaría a instrumentos mayormente de renta fija” dice Marra y recomienda bonos del Tesoro de largo plazo que rinden por encima de 3 por ciento anual. “O, como alternativa, algún fondo de money market que invierte en títulos cortos y paga dividendos regularmente” añade.

En igual sentido va la recomendación de Sardáns: “La incertidumbre mundial y el consiguiente temor en los mercados financieros que está originando la guerra comercial entre China y los Estados Unidos lleva a que quizás para un perfil conservador sea conveniente esperar a que todo aclare. Una buena opción podría ser posicionarse en Letras del Tesoro de los Estados Unidos, cuyas opciones van desde menos de un mes a casi un año de plazo y son consideradas casi como cash por su altísima liquidez”

En Afluenta recogieron el guante de la necesidad de los argentinos de preservar sus ahorros muchas veces fuera del sistema local. `Estamos trabajando en brindarle a nuestro inversor la posibilidad de financiar los proyectos de personas y PyMEs de los otros países en los que operamos, como México y Perú´,´ dice Cosentino. “Será un salto de calidad en la financiación entre personas de diferentes países dando acceso a los inversores de cada país a operar en otras monedas” apunta.

Bentel, de Puente, pone la mira en las empresas estadounidenses como una buena opción para que los argentinos diversifiquen el riesgo de su patrimonio: bonos corporativos en dólares grado de inversión y de corto plazo, o a tasa flotante. Dichos bonos tienen un rendimiento de entre 3,5 y 4 por ciento anual.

En cuanto a invertir en acciones, en fondos o ETFs que los tengan como activo subyacente, obviamente encierran un riesgo superior al de la renta fija y deberá quedar circunscripto a la porción del capital que se quiera someter a un mayor nivel de riesgo. `La regla que usamos los planificadores financieros es que nunca hay que invertir en acciones dinero que podríamos necesitar en menos de cinco años. El horizonte de 12/18 meses no es apropiado para recomendar alternativas en renta variable` aconseja Sardans. Mónica Fernández.

Real Estate

Ladrillos en potencia La devaluación congeló el mercado de créditos hipotecarios y cambió las reglas del sector. Qué oportunidades de Inversión abre la caída del costo de la construcción en dólares. Proyectos y zonas a mirar. Todo hacía pensar que 2018 iba a ser el año del despegue definitivo para el mercado de real estáte, que parecía resurgir apuntalado por la reaparición de los créditos hipotecarios. Sin embargo, la devaluación del peso socavó ese impulso, y paralizó la toma de créditos y cualquier tipo de apuesta al ladrillo. Por el contrario, otras herramientas de capitalización, como los bonos y las letras, con tasas cada vez más altas, atrajeron masivamente a los inversores más osados.

Este escenario produjo un retroceso en el mercado inmobiliario que se tradujo en ventas con una caída del 41,2 por ciento en septiembre en la Ciudad de Buenos Aires según el Colegio de Escribanos porteño. El recorte es explicado en gran medida por la baja en las operaciones realizadas con créditos hipotecarios, las cuales se redujeron un 78 por ciento en la comparación interanual.

Como consecuencia de la avanzada del dólar, el precio en pesos de las propiedades también acumuló un alza en torno al 110 por ciento en lo que va del año, según indican desde la plataforma de compra venta Properati. La escalada de la moneda estadounidense golpeó de lleno a las propiedades en el mercado de alquileres y produjo que la renta cayera en septiembre a un piso histórico de 2,88 por ciento anual bruta, según consigna Reporte Inmobiliario.

A pesar de un año difícil y las perspectivas inciertas que el sector plantea a futuro, poco a poco se vislumbran nuevos jugadores que surgen precisamente del mercado financiero, y que tras el desarme de las Lebacs y un contexto de alta volativilidad se vuelven conservadores y se refugian en el ladrillo.

“Esta dinámica ha alejado a los pequeños inversores, pero los tiburones han salido a nadar” asegura Lorenzo Raggio, gerente General de Interwin. “Es el momento de comprar, tener la visión y picardía de animarse en un momento donde los dólares valen más. El que tiene dólares hoy tiene un potente poder de compra y eso se refleja en proyectos que recortaron sus valores entre un 10 y un 15 por ciento” Además, si bien el costo de construcción aumentó 43,4 por ciento en lo que va del año, en pesos, según la Cámara Argentina de la Construcción, la variación en dólares es más baja que la de años anteriores, lo que genera una oportunidad para quienes buscan entrar en un proyecto desde cero.

“Estamos viendo gente nuevamente interesada en el mercado inmobiliario a partir de un valor en dólares de la construcción más bajo de lo que estábamos acostumbrados en los últimos años” explica Luis Guido, director de Grupo Idea Desarrollos (GRID). “En este momento hay inversores que por lo menos están averiguando y viendo la posibilidad de entrar nuevamente al mercado, donde parecería que de nuevo hay un spread en dólares entre los valores de costo y la venta”.

Hoy, teniendo en cuenta el valor de un inmueble nuevo, con dos o tres años por delante para su venta, la devaluación en dólares y el valor de comercialización del mercado propician un spread de entre un 25 y un 30 por ciento. Esto resulta muy tentador para cualquier jugador, pero es muy difícil predecir si a futuro se va a mantener.

“El cambio del contexto económico deja un poco rezagado al público de clase media que en estos años comenzaba a acceder a su primera vivienda a través de créditos UVA, oportunidad que con niveles elevados de inflación resulta muy complicada”,  resaltan desde la constructora Criba. Con el valor de los inmuebles en dólares cayendo hasta un 10 por ciento, los fideicomisos al costo y las inversiones de pozo vuelven a ser una posibilidad interesante para aquel pequeño ahorrista proveniente de los sectores medios que tiene la “necesidad” de hacerse de una vivienda.

“El inversor actual busca oportunidades en barrios consolidados, de tickets bajos de entre US$ 60.000 y US$ 100.000”, detalla Juan Mora, CEO de Casa Campus. “El costo de reposición de los departamentos ha bajado y, comparado al precio de los usados que subieron de la mano de las hipotecas el año pasado, existen muchas oportunidades para buenas inversiones, fuera de la volatilidad del sector financiero”.¿En qué invertir? En el contexto actual, el fideicomiso al costo sigue siendo una opción de inversión recomendable, al igual que la compra de propiedades desde el pozo. “Para el inversor que arranca desde una posición de tenencia de dólares este es un muy buen momento para entrar en un emprendimiento en pozo, dado el contexto de dólar estable, la retracción del crédito hipotecario y un índice C AC levemente por debajo del crecimiento inflacionario”,explica Fernando Romay, director de Romay Desarrollos Inmobiliarios, hacedor de Thays Parque Leloir. “Para el desarrollador que hoy inicia la planificación de un proyecto que estaría lanzando recién dentro de un año es más difícil el contexto. Hay múltiples variables económicas y políticas en juego que dificultan la posibilidad de tener un escenario base y asignarle probabilidad de ocurrencia” añade.

Desde la constructora Criba indican que quienes se lanzan a la inversión inmobiliaria se inclinan por unidades de dos ambientes de hasta 50 m2. Es decir, inmuebles pequeños a estrenar con bajos costos de mantenimiento. Este tipo de propiedades son rentables dado que poseen una alta demanda del público joven que no tiene acceso a la vivienda. La renta promedio de esta tipología es del 3 por ciento en dólares. “Esta inversión tomó fuerza producto de las nuevas condiciones del nuevo código y las recientes medidas del gobierno para reactivar el sector de la construcción, que ofrecerían exenciones impositivas para desarrolladores de unidades de hasta US$ 100.000”, detallan en Criba. Mora, por su parte, destaca la inversión en microdepartamentos que otorgan liquidez y poca volatilidad.

Para que una inversión no termine de ser un dolor de cabeza, preferentemente se deben buscar esquemas de pago en pesos y obras en curso para capitalizar el bajo costo medido en dólares. Es así que, para cuando las obras actuales finalicen, la inversión medida en dólares será sensiblemente menor al costo de reposición. En el contexto actual,

el fideicomiso al costo y la compra de propiedades desde el pozo siguen siendo opciones de Inversión. Quien tiene dólares corre con una posición de ventaja en la negociación.

¿Hay oportunidades en el real estáte a pesar de la caída de los créditos hipotecarios y la suba del costo de la construcción en pesos?

En esa línea, Daniel Cohén Imach, titular de la desarrolladora Step Developments, hace hincapié en que hay que ser muy cauto a la hora de elegir la zona. “Lo más importante a tener en cuenta es la proyección. Es decir, buscar aquellas zonas que aún no son altamente requeridas pero que lo serán en un futuro cercano. En momentos en que ciertas zonas muy requeridas llevaron el valor del m2 a incidencias demasiado altas, estrangulando el negocio, es imperativo encontrar lugares donde continuar con la actividad, ofreciendo soluciones a los compradores y rentabilidad a los inversores”.

Por caso, desde la desarrolladora GRID notaron un interés significativo en un emprendimiento próximo a lanzarse en San Cristóbal, sobre la avenida Pavón. Allí los valores de incidencia del lote son bastante más bajos que en otras zonas, por lo que se está partiendo de un costo de US$ 1600 el metro cuadrado, con promedios de entre US$ 1800 y US$ 1850. Otro ejemplo es el de Step Development, que se inclinó hacia zonas en desarrollo. Tal es el caso de Step La Rioja, en las inmediaciones de la nueva sede de Gobierno en Parque Patricios; Step Lafuente, que se sitúa a 50 metros del nuevo centro de trasbordo, y Step Bolívar, a 100 metros del Boulevard Caseros. En todos estos lugares se proyecta que el valor del m2 promedio se incrementará en los próximos años en beneficio de los inversores.

Cristian Mendez, de Avalon Consultaría Urbana, destaca también como posibilidades de inversión aquellos inmuebles que optimicen la tasa de capitalización, como los productospremium. “El contexto actual vuelve a darle foco a productos ABC1, que optimicen mediante sus conceptos el cap rate, tanto en unidades mono como dos ambientes, con enfoque global, habilitadas para plataformas temporarias, como para los segmentos familiares que buscan tipologías de tres y cuatro ambientes según las etapas de vida”, detalla el desarrollador a cargo de Concepción, un emprendimiento residencial de 80.000 m2 en Colegiales. “En un momento donde disminuye el excedente de capital y los proyectos inmobiliarios, más que nunca tienen que trabajar en materia de conceptos que aseguren el valor final”, añaden.

Por otro lado, las oficinas continúan siendo atractivas porque mantuvieron sus niveles de rentabilidad habitual de entre el 6 y el 7 por ciento anual en dólares para unidades AAA. “Actualmente, fabricar metros de renta es aproximadamente 30 por ciento más barato que hace 6 meses y los valores de renta, particularmente en el mercado de oficinas AAA y premium retail, no se han modificado”, confirma Federico Gagliardo, CEO & fundador de Vitrium Capital. “Además, la tasa de vacancia es muy baja y los precios de alquiler son atractivos, por lo que el segmento corporativo gana terreno y hay un importante aumento en la demanda”, añade.

En este mercado se observa un fuerte crecimiento en la intersección de General Paz con Panamericana. El corredor norte sigue siendo atractivo para los desarrolladores porque existen numerosas empresas que buscan alejarse del centro de la ciudad sin perder conectividad. Expectativas El cambiante escenario durante el último año hace difícil dilucidar cuál será el futuro del negocio de real estáte para 2019, en un contexto donde las próximas elecciones presidenciales también harán lo suyo. “Siendo el año que viene un año electoral, también hay cierto riesgo y temor en los desarrolladores ante la posibilidad de que cambien las condiciones actuales” reflexiona Guido. “En definitiva, estamos frente a una Con los dólares en la mano Aunque por estos días escasea, aún existe en el mercado de real estáte el comprador que tiene los dólares en las manos. No se trata de un inversor que busca especular, sino de un jugador que tiene la “necesidad” de hacerse de un inmueble y, en último caso, obtener una ganancia si decide a futuro venderlo. `El comprador sin crédito nunca desapareció del mercado. Hoy está más solo y sin tanta competencia con el mercado de crédito, por lo que se presenta a las negociaciones con más fuerza”, relata Tomás Seeber, director de RG Montes. Y añade: “Eso hace que el comprador pretenda condiciones comerciales de precio más ventajosas. En algunos casos las logra, pero en muchos otros no, ya que la oferta no está preparada para resignar más valor”. Por otro lado, para un vendedor siempre es más fácil negociar con un comprador cash, que puede resolver su venta en un promedio de 30 días y no quedar expuesto a la situación de volatilidad del comprador con crédito. Pero quienes tienen dólares en mano tienen perfiles diversos. “Hay inversores que piensan en la primera vivienda de sus hijos y suelen entrar en un negocio de compra de pozo cuando ellos promedian los 20 años, para asegurarse que en unos años podrán independizarse y tener un punto de partida sólido”, puntualiza Ezequiel Chomer, CFO de Grupo Chomer, desarrollador que lanzó Selene Libertador, en La Lucila.

Para Romay, en cambio, mucho tendrá que ver la “cintura” que tengan los desarrolladores. `En gran parte dependerá de la calidad, locación y buena planificación de cada proyecto en particular, porque en tiempos de crisis el resultado son los esqueletos de hormigón de los proyectos que no son sustentables´,´ se lamenta, a la vez que proyecta un dólar flotando dentro de la banda cambiaría dispuesta por el Banco Central (entre $34 y $44)yun costo constructivo con una tendencia lentamente descendente. “De ser así prevemos una reactivación de las ventas en el mercado inmobiliario a partir del segundo cuatrimestre de 2019”, reafirma.

“El mercado actual solo es rentable si los valores de venta de vivienda residencial superan los US$ 5000 por metro cuadrado. Hay que mirar más allá y aprovechar las zonas periféricas de la ciudad y las de otras provincias del país”, explica Gagliardo. “De todos modos, probablemente haya menos transacciones porque los inversores van a querer esperar a que se estabilicen algunas variables macroeconómicas”,  concluye. Lorena Guarino.

Criptomonedas

Bitcoin: atractiva y volátil Las criptomonedas se posicionan como una buena alternativa para diversificar una cartera, en especial para los inversores con mentalidad de largo plazo y baja aversión al riesgo. Cómo operar y qué porción destinar de una cartera. Acapararon los titulares de los medios de comunicación durante el año pasado gracias a su cotización que viajaba en montaña rusa: las bitcoin en particular y las criptomonedas en general se posicionaron en el imaginario popular como el nuevo Eldorado, la posibilidad de hacerse millonario en segundos. Pasados los meses, el concepto continúa ganando madurez y se va asentando. ¿Representan una oportunidad de inversión o son simplemente un juego de azar sofisticado? Eduardo Chapeta, CEO de Interwave Global, compañía experta en la creación de criptomonedas, afirma que es una inversión segura en el largo plazo, ya que “naturalmente su valor subirá”.

“Siempre es buen momento para entrar pero no necesariamente el mejor”,  cita Rodolfo Andragnes, director Ejecutivo de la ONG Bitcoin Argentina, y amplía: “Los que apoyan activamente esta tecnología creen en su tremendo potencial disruptivo y están convencidos de que hemos visto apenas el inicio del cambio, por lo que consideran que la tendencia alcista que resta es grande”.

El experto asegura que para los traders profesionales las criptomonedas representan una oportunidad inmensa de generar beneficios gracias a su volatilidad “si se hace un correcto análisis técnico”. Además, asegura que `se están dando varias mejoras tecnológicas y validación en ámbitos institucionales`

Sebastián Resano, CEO de Buda.com, uno de los mercados de compraventa de criptomonedas más importantes de la Argentina, sostiene que la pregunta no es si conviene invertir o no, sino cuánto: “Nuestra recomendación es hacerlo solo con un porcentaje del patrimonio que se esté dispuesto a perder frente a la probabilidad de que el ´proyecto Bitcoin´ no resulte y siempre considerando un horizonte de tres años en adelante”.

Cuando se sale del micromundo bitcoin, no obstante, el optimismo se vuelve moderado. Maximiliano Babino, gerente General de Western Union/Pago Fácil, por ejemplo, indica:`La inversión en un activo con alta volatilidad y cuyo comportamiento es difícil de correlacionar es para mí un poco más que una apuesta: puede ser divertido y estimulante, pero tiene que ser medido` Riesgo, retorno, plazo Resano pormenoriza un análisis de los tres elementos a considerar en inversión: riesgo -tanto en términos de la cartera como del activo en sí mismo-, retorno esperado y plazo. “Una cartera verdaderamente diversificada debería incluir una posición en criptomonedas, ya que poseen una baja o nula correlación con los activos convencionales y reducen la volatilidad global de la cartera”, explica. “Como no depende de los mismos factores de riesgo sistémico, eventos de mercado o políticas económicas de los países, esta nueva clase de activos proporcionará mayores rendimientos y menor riesgo que una cartera diversificada solo en activos tradicionales”,  agrega.

Manuel Beaudroit, CMO y cofundador de Bitex, especializada en servicios financieros blockchain, coincide en que sumar bitcoin a un portfolio tradicional en algún porcentaje permite proteger la cartera. `En general, si todas las acciones caen es muy poco probable que el bitcoin u otras criptomonedas sigan la tendencia. Por otra parte, todas las criptomonedas están muy relacionadas entre sí, por lo que una pequeña caída en el precio del bitcoin se puede sentir mucho más fuerte en una alt-coin de menor capitalización`

Respecto del riesgo específico del activo, que puede medirse en términos objetivos mediante volatilidad, “vemos que su pendiente se suaviza hasta ubicarse en estos momentos en torno al 2 o 3 por ciento, rango similar al de varios activos en emergentes”, continúa Resano.

Sobre las otras variables, Resano asegura que `bitcoin es una tecnología que propone transformarse en el estándar para transferir valor por Internet, potencialmente atrayendo trillones de dólares en transacciones, lo que empujaría el precio al alza de manera sustancial porque la cantidad de bitcoins es escasa por diseño y una mayor demanda en tal caso solo puede generar aumentos de precio dada la oferta constante` Sin embargo, advierte que se trata de un concepto todavía incipiente, por lo que pueden pasar varios años hasta que se corrobore su salida de la etapa de `proyecto` para convertirse en una tecnología de uso masivo. `Hasta entonces, el invertir en un plazo de menos de tres años es riesgoso: desde que bitcoin nació, nunca pasaron más de tres años en los que el precio no haya subido´,´ concluye Resano. No se requiere experiencia `No es necesario tener conocimientos para invertir en criptomonedas, porque los proveedores de servicio trabajamos para hacer que ese proceso sea transparente y con una experiencia de usuario muy amena, similar a las que se puede tener con cualquier otro trámite online, señala Ricardo Scattini, arquitecto de Soluciones Digitales de la consultora de tecnología Practia. “En el país existen varias empresas que han montado sus servicios de criptomonedas y servicios asociados sobre blockchain, lo cual muestra una rápida adopción de una tecnología que se comenzó a popularizar recientemente” afirma.

Rodolfo Andragnes coincide con que las plataformas que se dedican a la compraventa son muy sencillas de usar. `Lo que exige un mínimo conocimiento es decidir dónde mantener los bitcoins adquiridos si el poseedor necesita pasarlos del balance de la plataforma que los vende a su propia billetera, dado que existen formas más o menos seguras y complejas para resguardarlos´,´ agrega el director Ejecutivo de Bitcoin Argentina.

“En los Estados Unidos, con el mercado de monedas digitales Coinbase/GDAX, es muy simple, seguro y rápido y si se abona a intermediarios, como se hace en la Bolsa, es posible aislarse por completo de los tecnicismos”, dice Chapeta, para quien “el uso de wallets orientadas al consumidor es apenas más complejo que el manejo de un teléfono celular”

La experiencia comienza a replicarse en otras partes del mundo. “Los bancos y entidades financieras ya están integrando a sus procesos habituales de negocio las herramientas y plataformas tecnológicas que permiten transacciones internacionales con bitcoins, con menor intermediación, más seguridad y eficiencia en la operatoria y una experiencia de usuario sin fricciones”, aporta Scattini.

Quedan aún algunas barreras por derribar. Según Chapeta, la principal que tiene un inversor para ingresar al mundo bitcoin depende del grado de dificultad o inseguridad que impone cada país. El desconocimiento y la falta de acceso a información son, para Andragnes, los principales obstáculos para quienes están tentados a invertir en bitcoin. “También una regulación poco clara para los contadores, que no saben cómo registrar el activo”,  indica. “A pesar de ello, están dadas tanto la legalidad como las condiciones para operar tranquilamente”,  completa.

Otra barrera es la de pensar claramente en el largo plazo y no comenzar a vender apenas el precio baja. En ese sentido, Babino considera clave “hacer algún análisis para ver cuándo es el mejor momento para entrar y determinar de antemano a cuánto se quiere salir, sea por pérdida o ganancia realizada”. Resano dice que “también es importante saber dónde o cómo guardar el dinero”.  Primeros pasos ¿Cómo comenzar en el universo bitcoin? El primer paso es elegir una plataforma de operación: hay disponibles distintas alternativas para los diferentes sistemas operativos. Andragnes recomienda como punto de partida coinmonitor.info. En líneas generales, seguirá un proceso de alta de usuario en el que habrá que subir una buena cantidad de información y, luego, una primera transferencia.

“Algunas plataformas funcionan como exchange, es decir, se ponen órdenes de venta a precio deseado, y otras como brokers, se compra o se vende a un determinado precio ofrecido”, aclara el director Ejecutivo de Bitcoin Argentina. Un portafolio diversificado debería incluir porque reducen la volatilidad global de la cartera, pero hay que tener en cuenta el riesgo y un horizonte de al menos tres años.

“En algunos casos, se le pide al usuario que instale una billetera bitcoin en su celular para recibir la moneda adquirida, algo que es muy prudente”, señala Andragnes. “Todas piden al usuario que anote una serie de palabras en un papel que servirán como backup en caso de que pierda su teléfono móvil”, detalla.

Resano afirma que la inscripción en Buda.com habilita para comprar criptomonedas en pocos minutos y que es tan fácil de utilizar como cualquier plataforma web. Beaudroit comenta que en su plataforma el registro se hace con un e-mail, contraseña, DNI, un servicio a nombre de la persona y recibo de sueldo o facturas emitidas. “Una vez presentada la documentación, el equipo chequea que esté en orden y en un máximo de 48 horas se puede empezar a operar. Con la cuenta aprobada, es posible transferir dinero localmente desde la Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y los Estados Unidos, en moneda local y en dólares, para comprar y vender bitcoin”

Matías Labombarda, director del Grupo Acción Point, especializado en soluciones de negocios basadas en tecnología, utilizó la plataforma Ripio para realizar sus inversiones. “No me hizo falta recibir ningún asesoramiento: el proceso es amigable y sencillo´,´ dice. `Compré en varias ocasiones en 2017 y estuve tentado de vender en diciembre, cuando alcanzó su pico de cotización, pero preferí esperar un par de años, considerando que podría valer bastante más”, cuenta. “Por ahora, el resultado es positivo”, concluye.

Las criptomonedas continúan, aunque más moderadamente, en su movimiento de montaña rusa. Sus poseedores, no obstante, cierran los ojos en cada ascenso, con el secreto deseo de que ya no llegue la siguiente caída brusca. Walter Duer.

Inversiones no tradicionales

Copas que cotizan alto Invertir en vinos de colección es poco habitual en el país pero gana adeptos en el mundo. Las claves de un mercado con códigos propios. Qué precios se pagan y cuánto se revalúan. Al pensar en inversiones, a la mente acuden bonos, billetes, acciones… A lo sumo, si se afina el lápiz y se apunta a lo físico, ladrillos, obras de arte o tierras. Sin embargo, en ese rubro también hay opciones poco comunes, como los vinos. Tal es así que, en octubre de este año, un coleccionista asiático pagó US$ 558.000 por una botella de Romanée-Conti 1945 y rompió todos los récords establecidos hasta el momento. No se sabe si el asiático se deleitará con unas copas o si guardará la botella para obtener más dinero dentro de unos años. En caso de que los negocios venzan al placer, saldrá ganador: es que, en 2011, la casa Christie´s subastó la misma etiqueta, de idéntica añada, a US$ 123.899.

En la Argentina, la inversión en vinos es poco habitual, pero en el mundo es una práctica que gana cada vez más adeptos. De hecho, existe un índice, el Liv-ex Fine Wine, creado hace 18 años por un grupo de ingleses, que indica las variaciones de precios de los vinos más prestigiosos en el mercado secundario -la gran mayoría franceses, pero también algunos italianos, estadounidenses y australianos. Claro que, a otra escala, también hay mercado para la inversión en vinos argentinos. “Hoy, con una economía inflacionaria y en un periodo de crisis después de la devaluación, algunas bodegas solo ajustaron un 20 o 24 por ciento y otras más grandes aún esperan”, asegura Claudio Fontana, dueño de Terroir, una de las vinotecas más exclusivas de la ciudad.

Sus servicios incluyen la elaboración de portfolios de inversión a cinco, 10 y 15 años en base a los requerimientos del cliente: “Algunos tienen cavas personales de 2000 a 3000 botellas que compran tanto para disfrutar como para invertir, y tenemos un sistema de administración de esas carteras de vinos, buscamos la rotación y detectamos a quienes buscan determinados ejemplares y cosechas de los mismos”,  explica.

Otra manera de realizar una venta asesorada para coleccionistas y compradores de lujo son las degustaciones privadas. Fontana, por ejemplo, organizó el último mes una degustación del portfolio premium de los vinos que Francjois Lurton elabora en la Argentina, Francia, Chile, Uruguay y España.

En su empresa World Wine Consultants, el inglés William Hancock realiza un trabajo similar en sus oficinas de Buenos Aires y Londres. Su misión es encontrar rarezas y cosechas casi inhallables de etiquetas súper prestigiosas para coleccionistas de todo el mundo, además de aconsejar a la hora de adquirir nuevas añadas que tienen potencial para pasar de capullo a mariposa en unos años como, por ejemplo, el Per Se `La Craie` 2015, uno de sus argentinos recomendados.

Por supuesto, estos expertos analizan otro factor clave que da cuenta del estado del vino: su almacenamiento. Es que si no se lo conservó en condiciones óptimas (lugares oscuros, temperatura constante alrededor de los 10°C, humedad superior al 50 por ciento, entre otras), el oro líquido puede convertirse en vinagre. Por eso ellos se encargan de evaluarlos y asegurar que la compra sea segura. +20% Se apreció en el último año el 1990 Romanée-Conti. Desde 1999, se apreció 3862%. us$ 558.000 Pagó este año un coleccionista asiático por una botella de Romaée-Contl 1945. Es el record mundial. En 2011, se había subastado a US$ 123.899. 61 % En los últimos años creció el precio de las etiquetas “colecclonables” de vino dentro del Knight Frank Luxury Investment Index, un índice de Inversiones de lujo. Figuritas difíciles Hay dos clases de vinos para invertir en el mercado: aquellos que son prácticamente inhallables, ya que forman parte de colecciones privadas y, en principio, no fueron adquiridos como inversión; y los excepcionales que sí están disponibles para los afortunados que puedan desembolsar la cantidad de dinero que cuestan (una cifra que se multiplicará varias veces con el paso del tiempo).

Entre estos últimos, Fontana destaca dos argentinos: `Sobresalen históricamente, y me arriesgo a decir que son un cheque al portador, el Felipe Rutini y el Estiba Reservada de Catena. Son vinos requeridos tanto por coleccionistas locales como del exterior` Y sugiere otros nombres como el Achaval Ferrer Finca Bella Vista, el Per Se La Craie, el Mundus Bacillus de Catena, Alta Vista Alto, Apartado Gran Malbec, Kinien Mai y Chacayes de Fran^ois Lurton cosecha 2008 -`Excelente` acota.

Si de etiquetas extranjeras se trata, algunas de las más reputadas son Domaine Georges & Christophe Roumier Musigny Grand Cru 1990 (Francia), Domaine Leroy Musigny Grand Cru 2012 (Francia) y Egon Muller Scharzhofberger Riesling Trockenbeerenauslese (Alemania), entre otras tantas.

En cualquier caso, está comprobado que las inversiones en vinos son redituables. Todos los años, la consultora inglesa Knight Frank elabora un índice de inversiones de lujo -el Knight Frank Luxury Investment Index- y, en 2017, los vinos se destacaron como la inversión con mejor performance, dado que el crecimiento en los precios de las etiquetas `coleccionables` fue del 25 por ciento en el transcurso de ese año y acumuló un 61 por ciento en los últimos cinco. Superó, de esa forma, al activo más rentable hasta ese momento: el arte. Invertir en combo Los vinos ofrecen, además, la oportunidad única de combinar dos inversiones: tierras y vino, es decir, los viñedos. Cómo elegir un viñedo y la gente idónea para gerenciarlo es una tarea compleja. En los últimos años surgieron algunas iniciativas que facilitan la cuestión, ya que dan la posibilidad de convertirse en propietario y hacer uso de la tierra sin riesgo alguno bajo la modalidad `llave en mano` Uno de ellos es Casa de Uco Vineyards & Wine Resort, que cuenta con una sección de viñedos privados.

Los propietarios pueden adquirir a partir de media hectárea y vinificar una cantidad mínima de 1 barrica (300 botellas) bajo el asesoramiento del equipo enológico de la bodega, liderado por el winemaker Alberto Antonini. Esta opción ofrece una doble oportunidad. “Por un lado es una inversión a largo plazo, dado que la tierra en el Valle de Uco es limitada y se trata de la mej or zona para hacer vinos de Mendoza. Pero, además, transmitimos que aquel que invierta no lo haga solo por el negocio sino también porque es una experiencia enriquecedora a nivel personal, una forma de estar en contacto con la naturaleza, aprender y divertirse” asegura Juan Tonconogy, director de Casa de Uco. Además, los propietarios pasan a ser miembros del resort del lugar que cuenta con un wine bar & lounge, restaurant con zonas privadas y comunes, cava subterránea (con espacio para guarda de vinos privados), spa y una increíble infinity pool.

Otra alternativa posible es inclinarse por proyectos que ofrecen un fractional ownership o propiedad fraccionada. Es decir, un sistema en el que diversas personas comparten la “propiedad” de un bien de lujo -en general, jets privados, complejos inmobiliariospor el pago de un canon anual durante un tiempo determinado. En esa línea se inscribe Entrevero Wines and Vineyards, con emprendimientos en Las Compuertas (Luján de Cuyo) y Valle de Uco. “Vimos que los viñedos privados tenían un problema de funcionamiento porque el valor de la hectárea es bastante caro y no hay mercado secundario, es decir que es muy complicado salir de la inversión cuando se desea porque son muy dif íciles de revender”, indica Andrés Ostropolsky, socio de la firma.

Ofrecen una membresía de tres años (por un pago de US$ 36.000) en la que el cliente puede hacer uso de los servicios de un viñedo privado sin tener que pagar la tierra. Los members, entonces, pueden participar del proceso de elaboración de un vino con el grado de involucramiento que deseen (desde visitar la finca todas las semanas hasta ir solo en algún momento particular) y llevarse, al cabo de un año, unas 200 botellas -es decir, el equivalente a una barrica- de su propio vino. `Esta iniciativa es ideal para hacer un soft entry a la actividad. Al finalizar el periodo, el cliente decide si renovar o no, o bien, ya con el conocimiento de la dedicación y los costos que implica elaborar vinos, si quiere comprar un viñedo propio, tarea en la que también los podemos asesorar` resume Ostropolsky. La famosa regla de que placer y negocios no se mezclan ya encontró su excepción.

Whisky, otra bebida rentable

No solo de vino hace renta el hombre: el whisky también cotiza entre las bebidas más redituables para los inversores. El índice que manda en la materia es el Rare Whisky Icón 100 Index que mide, de manera mensual, el valor de las etiquetas más ¡cónicas para coleccionistas. Además, tiene una versión instantánea, disponible online, en la que figuran las cotizaciones de scotch single malts y también los pujantes whiskys japoneses Karuizawa, Hanyu y Yamazaki.

En el caso de esta bebida, lo más habitual es participar de fondos de inversión, donde expertos en la materia se encargan de adquirir aquellas etiquetas que prometen dar más dividendos. El más famoso es el Platinum Whisky Investment Fund, que opera desde Hong Kong, pero ingresar no es nada accesible: pide un mínimo de US$250.000. Miguel Ángel Reigosa, presidente de la asociación Whisky Malt Argentina y uno de los mayores coleccionistas de whisky a nivel mundial, es la persona que más conoce sobre esta bebida en el país. Desde el Club del Whisky, lugar que también preside, planeaban crear un fideicomiso. Sin embargo, aún no lo hicieron `por la inestabilidad del país, pero sí orientamos a mucha gente para adquirir productos que tendrán mucho valor a corto plazo`, señala.

 

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