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“Mucho se viene hablando en los últimos meses sobre la conveniencia de invertir en pesos en tiempos donde el dólar estuvo y seguirá planchado, y no hay visos de que aumente su valor, al menos de forma drástica”, comenta Mariano Sardáns, CEO de FDI.
Mucho se viene hablando en los últimos meses sobre la conveniencia de invertir en pesos en tiempos donde el dólar estuvo y seguirá planchado, y no hay visos de que aumente su valor, al menos de forma drástica.
Comienza a escucharse la conveniencia de hacer carry trade, un término muy conocido para quienes estamos en el mundo de las finanzas. El carry trade es una operación especulativa que consiste en tomar dinero prestado a una baja tasa de interés en un país –y en su moneda-, e invertir estos fondos a una tasa más elevada en otro país –en la moneda local-. Por ejemplo, un inversor podría tomar un préstamo en yenes en Japón a una tasa de interés casi cero para luego convertirlos a pesos argentinos e invertirlos en esta moneda a tasas de más del 26% anual. Además la ganancia podría elevarse si se aprecia el peso en su relación con el yen. Pero si, por el contrario, el yen se apreciara considerablemente, podría desaparecer la ganancia o incluso, generar fuertes pérdidas.
En definitiva, es lo que viene haciendo mi madre, maestra de escuela, mi hermano, arquitecto, y miles de ahorristas desde hace meses: venden sus dólares que le hubiesen rendido un 3% anual colocando en Letes, por ejemplo, para invertir en pesos a través de Lebac, sacando una tasa compuesta superior al 26% anual. De hecho, lo hacen de un modo menos especulativo ya que usan fondos propios y no tomando préstamo en dólares.
Y éstos podrían incluso “cerrar el circuito en dólares” comprando un seguro de cambio para fijar una rentabilidad en esta moneda y así anular la incertidumbre acerca de cómo va a estar el tipo de cambio en un plazo de no más de un año (plazo máximo hasta el cual se consigue cobertura). Esto se hace comprando los tan famosos futuros de dólar utilizados por muchos ante la devaluación más anunciada de la historia argentina y que le valió el procesamiento a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Esta operación se hizo tan popular durante el último año que hoy en día la rentabilidad final en dólares termina siendo la misma que mantener los ahorros en dólares e invertirlos en Letes.
La realidad indica que cada día son más las personas que invierten en pesos el monto que ahorran todos los meses, ya que empiezan a percibir que vale la pena ahorrar en esta moneda, algo que no sentían hace años. Esto es obra de un nuevo BCRA que se está concentrando en brindarle al ahorrista una tasa de interés real positiva, o sea, una tasa de interés que supere a la inflación estimada, algo básico en cualquier país normal para que sus residentes ahorren en su propia moneda.
Y ésta es la clave que tiene que entender el ahorrista que aún invierte en dólares. Si de ahora en más vamos a tener un BCRA que se concentra en proteger nuestros ahorros contra la inflación, entonces la clave para hacer rendir nuestros ahorros estará en invertir en pesos. Esto explica la razón por la cual los brasileros invierten todos sus ahorros en reales; desde hace más de cuarenta años el Banco Central de Brasil protege a los ahorristas de la inflación. Y los brasileros ya comprobaron que invirtiendo en su propia moneda, en el mediano y largo plazo, ganan mucho más que invirtiendo en dólares.
En conclusión, la conveniencia de invertir nuestros ahorros en pesos dependerá de una política monetaria del BCRA que se concentre en mantener el poder adquisitivo del peso. En definitiva, de la fortaleza de sus autoridades para no ceder a las presiones de políticos y empresarios que buscan como siempre solucionar sus ineficiencias con devaluaciones forzadas e inútiles que lo único que terminan generando es más pobreza, más inflación y mayor incertidumbre.