Fecha: 12 de mayo, 2020
No hubo euforia, sí un marcado ajuste de expectativas, que se trasladó a los precios de los activos argentinos este lunes que, hay que recordar, fueron los que sufrieron las caídas más abruptas en 2020, de un 40% en dólares, en promedio.
La dirección del mercado fue demarcada por la decisión del Gobierno argentino de extender por dos semanas los plazos para negociar el canje de la deuda en moneda extranjera, con una implícita intención de buscar alternativas que amplíen la adhesión a los nuevos bonos.
Por lo tanto,bastó ese cambio de expectativas, que todavía está lejos de despejar al default soberano del horizonte, para que los bonos en dólares treparan un 5% en promedio y los ADR registraran ganancias de hasta 16% en Wall Street.
“Para los bonos argentinos el partido es un final abierto, en cuanto al planteo del Gobierno, que valúa la deuda en una paridad de 30 y pico de dólares, y Wall Street, que pide 65 dólares. La media de eso da USD 48 y con esa referencia los bonos hoy están subiendo 5% en dólares”, consideró Germán Fermo, director de la Maestría en Finanzas de la Universidad de San Andrés.
Las paridades de los bonos en dólares con legislación argentina mejoraron a un rango de 25 a 40 dólares, mientras que los títulos con ley de Nueva York operaron en un rango de 31 a 57 dólares.
“Ojalá la Argentina pueda evitar un default, y si no se puede evitar con el cierre de la negociación ahora, quizás con la crisis del coronavirus el mundo pueda estar dispuesto a darle un waiver -dispensa para el pago de deuda- a la Argentina por un año. De hecho Ecuador lo consiguió recientemente por seis meses y no creo que en este contexto el mundo quiera tirar abajo a un país emergente”, apuntó Fermo a Infobae.
En pesos, los bonos soberanos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) local subieron en promedio un 2,3% en una plaza especulativa de negocios, encabezada por la mejora en las emisiones dolarizadas.
“Seguimos abiertos a tratar todos los aportes diseñados para ayudar a Argentina a lograr sus objetivos y al mismo tiempo mejorar las recuperaciones de los acreedores”, expresó un comunicado del Ministerio de Economía.
“Con esta decisión, el Gobierno confirmó su voluntad de negociar para evitar un default”, refirió el Grupo SBS, y añadió que “en este sentido, recordamos que Argentina tiene espacio para mejorar la oferta sin poner en riesgo la sostenibilidad”.
Destacó durante la rueda el importante retroceso de 7,4% para el riesgo país de Argentina, medido por el banco JP Morgan, que recortó 247 unidades, a a 3.075 puntos básicos a las 17, hora de finalización de la operatoria en Buenos Aires y Nueva York, la cifra más baja desde el 13 de marzo.
El índice bursátil S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se disparó un 6,6% en pesos, a provisorio de 38.581 unidades, liderado por la mejora registrada en papeles del segmento financiero, tras acumular un alza del 10,5% la semana pasada.
En Wall Street, los ADR de compañías argentinas exhibieron alzas promedio de 3,4% en promedio en dólares, aunque algunos papeles saltaron hasta 16% (IRSA y Supervielle) y los bancos avanzaron un promedio de 10 por ciento.
Estaremos atentos a las mejoras propuestas y al accionar de los grandes fondos que tienen la capacidad de lograr las mayorías necesarias para que el canje de deuda funcione. Si ellos entran, nosotros recomendaremos también adherir”, expresó Mariano Sardáns, CEO de la Gerenciadora de Patrimonios FDI.
“Si las negociaciones de aquí al 22 de mayo fracasan, el Gobierno argentino puede: no pagar los cupones vencidos el pasado 22 de abril de tres de los bonos globales y así declararse en default, o puede pagar dichos cupones vencidos. En cualquiera de los dos casos las negociaciones podrían continuar. Si todos los pasos anteriores no prosperan, estaremos preparados para proceder judicialmente y litigar en bloque”, agregó.
Fermo subrayó que “en términos financieros, Argentina está bajo el paraguas del resto de los emergentes, que son países cuyos activos han sufrido mucho más que lo que han los de los EEUU ¿Por qué?, porque EEUU tiene una moneda que es reserva de valor global y capacidad para poder encarar políticas monetaria y fiscal muy expansivas”.
“La caída de los emergentes podría revertirse cuando la reflación -la inflación de activos financieros generada por la emisión monetaria- empiece a contagiar a los commodities. No es imposible ese aumento de precios de las materias primas, no va a ocurrir mañana, pero un rally de commodities debería ocurrir, porque toda esa monumental emisión de plata tiene ir a activos, porque si no el dólar se va a devaluar. El 2020 va a ser durísimo para todos los emergentes y a la Argentina la agarra más complicada. 2021 tampoco va a estar fácil y va a depender de que los commodities peguen la vuelta ¿será a fin de 2021 y 2022?”, reflexionó Fermo.
En el mercado cambiario,el dólar mayorista avanzó 10 centavos, a $67,37, con una brecha de 76% respecto del contado con liquidación, que subió casi cuatro pesos, a $118,43, y de 86% con el dólar blue, que anotó un nuevo récord de 125 pesos para la venta.
“En un escenario de bajo volumen de negocios, el Banco Central tuvo que vender divisas para abastecer la demanda autorizada”, dijo a Reuters un operador del mercado de cambios.
A la espera de definiciones macro
El Gobierno argentino no solo deberá reestructurar su deuda soberana con acuerdo de los acreedores externos, también deberá definir un sendero de solvencia fiscal que le permita cumplir con los pagos.
“Argentina gasta más de lo que puede, pero 2020 no es año para ajustar, hay que ver cómo queda la situación económica local y mundial después de la pandemia. Emitir está mal por definición, pero en esta Argentina no es posible otra alternativa ante la emergencia”, comentó Fermo.
“El ‘tsunami’ va a doler y romper el esquema económico anterior al coronavirus, que destruyó todas las previsiones. Y después habrá que ver cómo quedan los commodities y a partir de una situación más clara, volver a discutir la política económica”, agregó el director de la Maestría en Finanzas de la Universidad de San Andrés.
Fermo definió que “esta crisis es peor que la de 2008, porque hay un shock real que afectó al mundo y no tiene un origen financiero. La moneda no se devalúa contra otras monedas ni bienes internos si no contra activos financieros”.
Y en cuanto a las valuaciones financieras, con apreciable recuperación en Wall Street, recordó que “la Reserva Federal de EEUU se gastó USD 2,5 trillions (2,5 billones) para darle estímulo a la actividad norteamericana. ‘Shortear’ a la Fed -apostar de corto plazo a que los estímulos no iban a surtir efecto- fue la peor decisión posible para los inversores”.