La situación previa donde un único instrumento (Lebacs) era al mismo tiempo usado para determinar la tasa de referencia de política monetaria y la tasa de ahorro atractiva para los minoristas “no pasa en casi ningún lugar del mundo”, comentó Martín Vauthier, director de Eco Go.
En ese sentido, para Vauthier el desacople de instrumentos ahora genera una situación donde la tasa que remunera el ahorro ahora está en otros instrumentos alternativos como plazos fijos, bonos en pesos y Lecaps; mientras que la de referencia es la de Leliqs.
Esas tasas de ahorro en el caso del plazo fijo subieron su atractivo considerablemente: entre septiembre y octubre la tasa anual promedio para un plazo fijo en pesos de entre 30 y 44 días pasó de 39,16% a 47,73 %. Y en el caso de los plazos de más de $1 millón, esas tasas subieron hasta un 50,86%, con algunos privados llegando a pagar hasta 52 por ciento.
En ese sentido, Lorenzo expresó que “El reemplazo de la demanda de Lebacs no es solo desde el lado de los particulares sino también desde los grandes fondos comunes de inversión, que están solapando vencimientos de distintos plazos fijos cada par de días“.
Desde ese fuerte salto en septiembre, sin embargo, las tasas se estabilizaron en los niveles actuales, en línea con el recorte en la tasa de referencia de las Leliq de un máximo de 73% al nivel de 59% que rondan actualmente.
“Los plazos fijos son el principal mecanismo de fondeo de los bancos, y para conseguir más financiamiento para dedicar a Leliq, necesitan absorber más pesos y por eso ofrecen mayor tasa“, dijo Vauthier.
Sin embargo, esas tasas altas en instrumentos de ahorro dependen de cuanto tiempo se sostendrán las tasas de Leliqs. Cuando los bancos dejen de ver un negocio en la tasa de referencia, empezaran a bajar tasas de ahorro. Un escenario que no es tan lejano como parece.
“El nivel de tasas altas es un fenómeno transitorio, siempre que tenes una devaluación abrupta del dólar (overshooting), la consecuencia inmediata es subir la tasa de interés por fuera de lo que debiera ser normalmente”, dice Mariano Otalora, experto en finanzas personales. Otalora considera que los niveles actuales para los plazos fijos “son convenientes respecto de la inflación del próximo año con expectativas entre 25 y 30%”, y todos los analistas consultados notan que el escenario se sostiene en un supuesto de tranquilidad cambiaria.
Otro factor que puede influenciar en contra de la tasa es el comienzo de la reglamentación del impuesto a la renta financiera. El gravamen, cuya reglamentación se espera en las próximas semanas, “cambia el calculo de retorno con la quita de beneficio del 5% en instrumentos en pesos y del 15% en instrumentos en dólares y ajustables por inflación”, afirmó Mariano Sardáns, director de la consultora financiera FDI.