Fecha: 28 de noviembre, 2020
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Con el índice industrial Dow Jones de Wall Street en máximos nominales históricos, esta semana superó por primera vez los 30.000 puntos, y las expectativas respecto de una recuperación económica global pospandemia en aumento dados los resultados alentadores de las investigaciones para llegar a una vacuna contra el covid-19, la tentación para ahorristas argentinos sin tantas opciones de inversión a mano es la de volcar alguna parte de sus tenencias a activos en el exterior.
Los controles de cambio que rigen en el país desde 2019 no lo hacen fácil, y las consideraciones impositivas también pesan dado que los tributos locales se aplican con alícuotas diferenciales de acuerdo a si las tenencias están dentro o fuera del país.
Sin embargo, contra lo que se pueda temer, poner dinero a trabajar en acciones o bonos del exterior no está prohibido ni es imposible, más allá de que no esté facilitado. Y, aún sin propiamente sacar dinero del país, existen alternativas locales para apostar por activos de afuera.
La forma más fácil de invertir en acciones de empresas del exterior, que coticen en Nueva York u otros mercados como San Pablo, es a través de los Certificados de Depósito Argentino (Cedear). Se trata de uno de los activos que más atractivos generaron este año en el mercado local porque permiten invertir en pesos en acciones como Apple, Walmart o la minera Vale, entre muchas otras decenas, en la Bolsa porteña.
Se trata, en los hechos, de un inversión local. Agentes locales compran acciones de esas empresas en sus mercados de origen y, con autorización del regulador argentino, emiten los Cedear que luego se transan en pesos en el mercado porteño. Como están respaldados por la acción correspondiente, siguen el precio en dólares de la acción en el mercado en el que cotizan pero en pesos a un tipo de cambio similar al contado con liquidación.
Así, se puede atar las inversiones a la suerte de acciones extranjeras o de empresas argentinas que no cotizan en el país como MercadoLibre o Globant, y al mismo tiempo a los vaivenes de la brecha cambiaria.
Pero aunque sea una inversión local, el Cedear también es una vía para invertir fuera del país. Y esto es porque las normas vigente permiten convertir los certificados en las acciones que los respaldan. “Para invertir en EEUU vía Cedears, sólo se necesita una cuenta local. Los Cedear operan con un relación de conversión, porque es común que por cada acción se emitan varios certificados que son fracciones del valor total del papel. Pero con la cantidad de certificados necesarios para completar una acción, la conversión es muy simple aunque no está exenta de costos”, dijo José Bano de InvertirOnline.
Sin embargo, en el papel, la transferencia a una cuenta bancaria propia en el exterior no tiene límites. “Abrir la cuenta fuera del país no es difícil, de hecho la pandemia hizo que se agilizara muchísimo el proceso. Hoy las entrevistas de bancos de EEUU se hacen por Zoom, Meet o cualquier videoconferencia. Pero lo cierto es que los bancos locales arrastran los pies al hacer las transferencias, no lo hacen fácil, y eso lo hace algo más engorroso”, explicó Mariano Sardáns de FDI Gerenciadora de Patrimonios.
“La forma de transferir dólares hoy, con las normas vigentes, es a través de un agente de liquidación y compensación (Alyc), una sociedad de Bolsa. Se hace a través del dólar cable o contado con liqui. Si se parte de dólares, se compra un bono con dólares en el mercado local, se transfiere el bono a un broker del exterior, y se vende el bono a cambio de dólares. El costo es la diferencia entre el dólar MEP, local, y el dólar contado con liquidación que hoy ronda el 2,5%, pero que supo estar en el 10%”, dijo Sardáns.
Algunas de las sociedades de Bolsa, sobre todo las que desarrollaron plataformas de operación online, simplemente ofrecen la posibilidad de abrir una cuenta de inversión en EEUU al mismo que se abre una cuenta de inversión local.
“La única diferencia dentro de nuestras plataformas es un click para aceptar la apertura de la cuenta en EEUU y que hay que llenar un formulario extra llamado W8 que sujeta a los inversores a las condiciones impositivas estadounidenses”, dijo Bano. Las plataformas minoristas permiten invertir desde USD 1.000, o unos $150.000 convertidos al tipo de cambio contado con liquidación.
Para el proceso de comprar un bono y venderlo en el exterior rige un período de “parking” de 2 días si la operación empieza en pesos, ahora si la compra de los bonos se hace con dólares la acreditación en la cuenta en el exterior es prácticamente inmediata. Y si, en algún momento, se quiere traer el dinero de nuevo al país el proceso es el inverso: con dos días de espera si se pasa a pesos y ninguna espera si se pasa de dólares a dólares. En ambos casos, de entrada y salida, hay una comisión por la compra-venta de los bonos.
Si se eligen otras vías que no sean las plataformas locales para invertir afuera, lo que sigue es elegir el broker. “Existen opciones que permiten manejarlo desde acá o, desde la Alyc local, para dirigirlo al broker que se desee. Hoy los discount brokers como Robin Hood, E-Toro, Interactive Broker y otros son una revolución. No cobran o prácticamente no cobran comisión, pero son útiles para algunas formas de inversión como la inversión en acciones, pero muy poco prácticos para invertir en bonos argentinos o de países emergentes”, contó Sardáns.
“El tipo de inversión que se desea hacer es importante, porque empiezan a jugar cuestiones impositivas. Por ejemplo, las distribuciones de dividendos pagan en EEUU un withholding tax que llega hasta el 30%, más allá de lo que cobra el fisco argentino, y porque hay activos que están exentos”, agrega Sardáns.
Respecto del tratamiento impositivo, Sebastián Domínguez socio de SDC Asesores Tributarios explicó que las inversiones fuera del país están sujetas al Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales, pero con excepciones y alícuotas diferentes según el tipo de inversión y los montos involucrados.
“Ganancias lo pagás sobre los resultados, mientras que Bienes Personales se aplican sobre el activo”, resumió Domínguez. “Por el tema de Ganancias, lo primero que hay que tener en cuenta es ver si se puede aplicar un algún tratado de doble tributación. Por ejemplo, los títulos del Estado brasileño no pagan Ganancias pero sí Bienes Personales. En cambio los bonos de Bolivia no pagan Ganancias ni Bienes Personales. Los bonos argentinos, aunque se operen desde afuera, están exentos de los dos”, agregó
“Los resultados de compra y venta, del capital, están alcanzados a la alícuota del 15% mientras que los rendimientos están alcanzados a la alícuota progresiva que puede llegar al 35%, por ejemplo intereses”, añadió.
Pero el peso quizás más importante es el del Impuesto a los Bienes Personales. “El año pasado se estableció un tratamiento diferente de Bienes Personales si el activo está en el país o en el exterior. Si están en el exterior, están gravados por la alícuota incrementada, salvo que se repatríe el 5% del total. Si no se quiere repatriar, la alícuota puede llegar al 2,25%. Eso implica que se necesita conseguir rentabilidades superiores a ese nivel, hay que tener en cuenta ese costo para invertir”, señaló.
Fuente: Infobae