LA NACIÓN: La construcción en seco competirá con los ladrillos

Fecha: 3 de marzo, 2018

LA NACIÓN: La construcción en seco competirá con los ladrillos

Comentarios de: Mariano Sardáns

Los planes de eficiencia energética y de obra pública impulsados por el Gobierno cambiarán las reglas de juego de la industria de la construcción que además avanza en el proceso de diversificación de los materiales.

El tema abrió una suerte de debate en el sector con campanas que cuestionan si estos sistemas permitirán bajar el costo de construcción, si cumplen con la normativa relativa a los Estándares Mínimos de Calidad para viviendas de interés social y qué tan aptas son para las distintas regiones del país. “Siempre se les exigieron estos estándares. La diferencia es que ahora se regularon. Es más, todos los sistemas sándwich, que tienen aislaciones intercaladas en la estructura, tienen más posibilidades de cumplir con un nuevo requisito del nivel de aislación térmica de la norma IRAM 11605, que para mejorar la eficiencia energética, se aumentó de la categoría C a la B. La mampostería de ladrillo hueco de 18, que es la más utilizada en todo el país, no cumple con la B; buscamos revertir una situación en el que el sistema de construcción predominante muchas veces ni siquiera cumple con la C”, explica Pablo Guiraldes, Director Nacional de Desarrollo Urbano.

Fernando Néstor Murillo, ex asesor del Ministerio de Planificación y especialista en planeamiento territorial y vivienda del Banco Mundial, señala que el costo de la vivienda social en la Argentina ha sido históricamente más alto que los que manejan los países limítrofes. “Las medidas son positivas ya que permitirán bajar costos y dar mayor flexibilidad a la construcción, siempre y cuando se cumplan determinados estándares de calidad. La clave está en los detalles”, advierte el especialista quien asegura que las terminaciones y los complementos definen la calidad y el costo en cualquier sistema constructivo. Entre las ventajas de los sistemas en seco, este arquitecto radicado en Washington destaca la velocidad de ejecución y la posibilidad de lograr economías de escala mediante la producción en serie de las partes. Los costos de mantenimiento, en cambio, serían su punto débil. “La madera, por ejemplo, requiere de un tratamiento especial para cumplir con las normas anti-fuego”, aclara el especialista. “Teóricamente son más baratos, pero no tenemos suficiente experiencia en el país para aseverarlo, hay que esperar los resultados de los proyectos”, agrega Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción.

“La relación entre el costo de construcción y el salario promedio hace que muy poca gente califique para los préstamos. En la Argentina con un salario anual promedio de US$13.700, el costo de construcción es de US$1500/m2 mientras que en España por ejemplo esa relación es US$36.300 y US$650/m2, y en los Estados Unidos US$58.700 versus US$750/m2”, analiza Mariano Sardáns, director de FDI, la empresa administradora de patrimonios y agrega que: “es evidente que la construcción húmeda es el problema. La solución está en los muchos sistemas constructivos alternativos, la mayoría no sólo más baratos sino más eficientes desde el punto de vista térmico, sonoro, durabilidad y mantenimiento”.

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