Fecha: 16 de mayo, 2018
Comentarios de: Mariano Sardáns
Después de tres semanas de turbulencia financiera, finalmente el Gobierno pudo anunciar ayer una buena noticia: licitó dos bonos en pesos (BOTE) a largo plazo por un total de $73.249 millones. Los títulos atrajeron la atención de fondos del exterior, que aumentaron la oferta de dólares con ese ingreso de capitales.
Dujovne, en aparente respuesta a las críticas que señalan que hay muchos ministros del área económica, quiso “resaltar la coordinación con la que funcionamos todos juntos para llevar tranquilidad”, en un día que se esperaba de tensión por el megavencimiento de $617.800 millones de Lebac (letras del Banco Central).
La acción conjunta comenzó temprano a la mañana con el Ministerio de Hacienda, que difundió una reducción interanual de 44,6% en el déficit fiscal de abril. Por su parte, el Banco Central hizo lo suyo con una oferta inicial de US$5000 millones para fijar el techo del precio del dólar a $25. El jaque mate fue la reapertura de los títulos nacionales.
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El BOTE con vencimiento en 2023 se licitó a una tasa fija de 19% anual y recaudó $36.378 millones, mientras que el BOTE a 2026 recaudó $38.147 millones a una tasa de 20%.
Caputo, además, señaló que dependiendo de las negociaciones con el FMI, el Gobierno no necesitaría buscar financiamiento externo en 2019. Para este año, el ministro ya había anunciado que el presupuesto estaba cubierto.
“Los BOTE son bonos sin liquidez a tasa fija en pesos. Los compran solamente fondos del exterior, que tratan de hacer carry trade de corto plazo, pero están expuestos a un riesgo más fuerte porque son títulos de larga duración”, opinó Federico Furiase, director del estudio Eco-Go.
“Fue una artillería fina de Caputo lanzar la licitación de bonos en pesos una vez que el mercado entendió que tenía un techo de corto plazo con el dólar a $25. Así, buscó incentivar la entrada de fondos de afuera, como BlackRock y Templeton [dos de las gestoras de activos más grandes del mundo], para cambiar los dólares, bajar la tensión cambiaria en medio del vencimiento de Lebac y entrar en los BOTE”, agregó Furiase.
Por su parte, Mariano Sardáns, CEO y fundador de FDI, indicó que es “fantástico que el Ministerio de Finanzas haya sacado esta licitación de la galera. No estaba en agenda la reapertura de tasa de emisiones. Últimamente habían estado muy castigados estos bonos. La licitación ayudó a bajar el tipo de cambio, sumado a la recolocación de Lebac, que fue un éxito también”, dijo.
“Podría ser el fin de la histeria del mercado de lo que fue una crisis cambiaria, que también repercutió en los bonos argentinos. Generalmente se confunde una crisis cambiaria -que se arregla con reservas, tasas y tiempo- con crisis de todo (bancaria y de deuda)”, concluyó.