Esta es la pregunta que se hacen más que nada en el ambiente político; de hecho, desde la oposición la usan como chicana contra el gobierno.

Lo que yo observo es una nueva actitud empresarial que no veía desde los años en los que vivía en Estados Unidos; empresarios incómodos pensando día y noche cómo ser más competitivos, cómo ser más eficientes, y hasta distintos para diferenciarse de la competencia. Los veo revisando si alguien más produce lo que ellos producen pero mejor y más barato; en este caso es mejor unirse y crear sinergias que competir y morir en el intento. Los veo analizando si tienen el personal apropiado en los puestos apropiados y haciendo los cambios que hacen falta para tener los mejores equipos. Los veo revisando mejoras en los procesos, en los tiempos de producción y en la atención, lo cual significa incorporación de tecnología y sistemas.

A la pregunta de si llegan inversiones o no, respondo que estoy viendo muchos empresarios que empezaron a invertir en sus empresas, ya sea financiándose a través de las varias líneas bancarias a tasas subsidiadas que hay disponibles en el mercado o, directamente, a pesar de nuestro consejo de no hacerlo, aportando dinero de su propio bolsillo, lo cual implica muchas veces tener que desprenderse de inmuebles e inversiones que eran el ahorro para su jubilación.

Recordemos que la economía argentina es una de las más cerradas del mundo. Produjo empresarios en tal estado de confort que cazaban dentro del zoológico y donde lo más normal era la conformación de carteles u Oligopolios en donde todos estaban cómodos fijando los precios y poniéndose de acuerdo con las cuotas del mercado; claro, el consumidor no tenía otra opción que comprar lo que había y al precio que le decían.

Al parecer, las cosas empiezan a.cambiar para el bien de todos .