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“Desde el punto de vista financiero sigue sin convenir, frente a otros instrumentos del Tesoro: a nadie le gusta estar encerrado cuatro años” explica, Mariano Sardáns CEO de FDI.
El Gobierno extendió hasta fin de mes la posibilidad de suscribir el bono a siete años, que hasta ahora captó unos US$ 660 millones, en el marco del blanqueo fiscal.
El decreto de necesidad y urgencia (DNU) 139/2017, publicado hoy en el Boletín Oficial, cambia la fecha límite para la compra del Bonar 1% 2023 hasta el 31 de marzo de 2017, frente al plazo original del 31 de diciembre de 2016.
Fuentes oficiales indicaron a LA NACION que por este título público se captaron unos US$ 660 millones entre 2000 contribuyentes que lo suscribieron.
Alejo Costa de Puente dijo que “el atractivo del bono estaba muy atado al rendimiento de los bonos argentinos, pero hubo un interés bajo por ahora”.
Mariano Sardáns de FDI dijo que “desde el punto de vista financiero sigue sin convenir, frente a otros instrumentos del Tesoro: a nadie le gusta estar encerrado cuatro años”, el plazo mínimo antes de venderlo.
Pablo Santiago de Mariva también opinó que “hay claros incentivos para elegir otras opciones, aunque lo extendieron porque quieren dar la chance para que la gente no desembolse el cash del 15%, cosa poco probable”.
“Los que todavía no entraron al blanqueo son los más sofisticados, y prefieren el Global 17 o el Bonar 10. En cuanto al blanqueo, lo mejor está por venir, esperamos que haya un monto importante y que termine en 140.000 millones de dólares”, expresó.
El tributarista César Litvin dijo que “es una buena opción en términos impositivos”, mientras que su par Iván Sasovsky admitió que “como los asesores financieros no lo recomendaron, pocos lo suscribieron”.