Fecha: 7 de mayo, 2022
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En Perú hubo casi tres generaciones que nunca necesitaron tener una cuenta en el exterior, ahora, muchos la quieren tener, subraya Mariano Sardáns, CEO de FDI Gerenciadora de Patrimonios.
Mariano Sardáns, CEO de FDI Gerenciadora de Patrimonios, señala que en la coyuntura actual es importante adquirir activos de los cuales se pueda sacar provecho, que generen renta, dividendos o intereses. En diálogo con +Finanz@s, agrega que, a diferencia de años anteriores, muchos peruanos buscan tener una cuenta afuera y redirigir sus activos y ahorros al exterior para protegerse de la incertidumbre que reina en toda América Latina.
¿En qué consiste esta nueva tendencia de inversores independientes que están aprendiendo a autogestionar sus inversiones?
Esta nueva tendencia nació en Estados Unidos con los “discount brokers”, que son como los brokers tradicionales, pero que permiten operar vía internet en forma independiente sin necesidad de un intermediario, que generalmente era un vendedor. Estos discount brokers al operar directamente logran que los inversores realicen operaciones de compra/venta con costos bajos o costos cero.
Los discount brokers existen en Estados Unidos desde hace más de 25 años y también en Europa. En Latinoamérica, este fenómeno se extendió durante la pandemia. En la región una de las grandes catástrofes que tenemos es la falta de educación financiera, pero las redes sociales están ayudando a masificar la información de este fenómeno para bien o para mal.
¿Cuáles son los mayores desafíos para aquellos que autogestionan sus inversiones?
Saber qué es lo que realmente necesitan, tener puntos de referencia, y tener una tercera persona desafectada, que dé sus opiniones. Saber cómo debe estar estructurada su cartera de acuerdo a sus objetivos. Y como lo bueno viene con lo malo, lo bueno de operar de manera independiente es que se puede reducir gastos y lo malo es que uno tiene que hacer todo solo. En este caso, se podría tomar decisiones de comprar o vender de forma emocional.
“En la región una de las grandes catástrofes que tenemos es la falta de educación financiera, pero las redes sociales están ayudando a masificar la información de este fenómeno para bien o para mal”
El factor emocional ¿llega a ser muy gravitante para el gerenciamiento de activos?
El mercado venía subiendo desde el 2020 y era muy difícil perder dinero. Sin embargo, en el 2021 empezó a haber mucha volatilidad como en el caso de las empresas tecnológicas. A partir del 2022 todo se derrumbó. Las personas que se quedaron tienen sus carteras destruidas. Es ahí cuando debemos saber cuándo salir y cuándo no. Hay personas que se enamoran de los activos, acciones, títulos, pero lo que uno tiene que hacer es ser totalmente frío, desenamorado, desafectado emocionalmente, de eso se tratan las inversiones. Las decisiones emocionales pueden afectar la propia cartera. Cuando te enamoras sales a comprar cosas caras y sales a vender cosas baratas. Ahí es cuando las personas, al manejarse de manera independiente, pierden sus fundamentos y referencias. A mí me pasa lo mismo, por eso no manejo mi propia cartera.
¿Cuál es el perfil del inversionista en América Latina?
Vivimos en países complicados y algunos más que otros. En un extremo, tenemos a Nicaragua, Venezuela, Cuba, Honduras, y Argentina, y en el otro extremo a Uruguay, Chile y Perú. Es importante señalar que Perú siempre ha tenido problemas políticos, pero lo político no afectaba mucho lo económico. En Perú hubo casi tres generaciones que nunca necesitaron tener una cuenta en el exterior. Ahora, muchos quieren tener una cuenta afuera y redirigir sus activos y ahorros al exterior para protegerse de la incertidumbre. Debido a que en América Latina hay tanta incertidumbre, las personas prefieren tener sus ahorros en renta fija, bonos, certificados de depósitos, y títulos a plazo fijo.
En los últimos dos años los bonos pagaban tasas bajísimas, prácticamente cero. Perú se estuvo financiando a una tasa de poco más de 2% en el 2020, y aquí es donde las acciones terminan siendo, de alguna forma, una ayuda considerable.
Antes de la pandemia nuestro cliente más agresivo tenía 25% en acciones y hoy el más conservador mínimo tiene 50% en acciones, porque las acciones se han convertido en un activo que protege contra la inflación. Ni el oro, ni el bitcoin, ni las propiedades, tienen esa característica, pero como señalé anteriormente, lo bueno viene con lo malo. Las acciones protegen a largo plazo, pero lo malo es la volatilidad.
“Debido a que en América Latina hay tanta incertidumbre, las personas prefieren tener sus ahorros en renta fija, bonos, certificados de depósitos, y títulos a plazo fijo”
En la coyuntura actual con inflación y volatilidad, ¿en qué tipos de activos se debería invertir?
Es necesario diseñar la cartera con el mismo cliente. Esta cartera será un reflejo de su experiencia invirtiendo y un reflejo de lo que necesita a futuro en tiempo y forma. Supongamos que dos personas que tienen la misma edad, la misma estructura familiar y el mismo patrimonio, aun así, es imposible que una cartera sea igual a la otra. Cada inversor se merece su propia cartera y nuestra licencia en Estados Unidos nos obliga a actuar como médico. Un médico no le da pollo o pasta a todos sus pacientes. A cada uno le da algo diferente.
Los bancos, por ejemplo, dicen que tienen tres carteras: conservadora, moderada y agresiva, pero no es así. El pollo o pasta de las entidades financieras es para estandarizar la atención y encasillar a todos en esas tres categorías, sin embargo, las carteras son totalmente diferentes.
Hay personas que se pueden dar el lujo de perder contra la inflación. Tienen tanto dinero que no soportan que ese dinero no esté ganando, entonces adquieren una letra del Gobierno de EE.UU. a un año que hoy paga 2.30%. El precio no cambia, el título es líquido, probablemente la persona ni va a gastar lo que tiene, entonces se puede dar el lujo de perder contra la inflación.
Las personas invertirán de acuerdo a su perfil de riesgo. La mayoría está en una situación promedio, pero hay personas en los extremos que son totalmente adversos al riesgo y otros que son totalmente temerarios. Si fuera por ellos todo lo tendrían en una caja de seguridad, pero si un bono de Estados Unidos paga 2% o 2,40% entonces tomarán otra decisión.
“Hay gente que todavía compra oro, pero el oro no genera nada, históricamente no cubrió por inflación”
¿Qué aspectos se deben tener en cuenta para invertir en esta coyuntura?
En principio, debemos tener en cuenta cuánto queremos invertir, cuánto representa ese monto respecto del total y también cómo está colocado lo demás. Parte de nuestra asesoría es decir a las personas que tengan activos inmuebles de los cuales puedan sacar provecho, generar rentas, alquileres. Hay gente que todavía compra oro, pero el oro no genera nada, históricamente no cubrió por inflación. No se pueden comprar activos que no generan nada, renta, dividendos, intereses, como el bitcoin, que no es una moneda de cambio.
Todas las carteras deben tener un poco de acciones, un poco de inmuebles, un poco de bonos. Acciones en una cartera global mundial, multipaís, multimercado, multirubro, multimonedas, que esté bien diversificada. Por ejemplo, ¿por qué los peruanos no tenían cuentas afuera? Porque había un gran incentivo fiscal para invertir en el país. Pero en los últimos años todo se complicó, por tanto, la clave es la diversificación, tenemos que diversificar para reducir el riesgo. Es muy temerario colocar todo en el mismo país, la misma canasta, o la misma economía.
¿Qué precauciones debemos tener para nuestras inversiones?
Lo único constante es el cambio, las normativas cambian no solo en los países donde vivimos sino en los países donde invertimos, o guardamos nuestro dinero. Cuando uno va a abrir una cuenta, hay que saber que no hay que enamorarse de los países ni de las instituciones financieras. No hay un país que sea el mejor, lo mismo que las entidades financieras, al final uno elige la que más le conviene. Muchos cometen el error de pensar que nada cambia, es al revés todo cambia. Uno debe estar preparado para esos cambios.
Fuente: Más Finanzas Perú