Los inversores no encontraron alivio en el arranque de la semana. Cayeron, los ADR, el S&P Merval y los bonos nominados en dólares. En una semana clave, marcada por el último tramo de la liquidación extraordinaria del agro, las miradas estuvieron puestas en el rumbo del tipo de cambio y en el efecto rezagado que podría dejar el fin de las LEFI sobre la dinámica de tasas.
Y es que los recientes movimientos en la política monetaria argentina volvieron a encender luces de alerta en los mercados. La volatilidad de las tasas de interés obligó al Tesoro a licitar fuera de calendario, con el objetivo de absorber pesos a un costo significativamente más alto.
Este fin de semana, la atención del mercado se centró en la prórroga hasta este lunes para el cierre de listas de candidatos en la provincia de Buenos Aires, debido a problemas logísticos y tensiones internas. La definición de estas candidaturas, en un contexto de alta incertidumbre, también afecta el desempeño de la deuda soberana en moneda dura, que se muestra extremadamente sensibles a las expectativas electorales a corto plazo.
Los bonos soberanos
Los bonos soberanos en dólares bajo legislación extranjera cerraron con mayoría de bajas este lunes, reflejo de la persistente cautela del mercado a medida que se acercan las elecciones presidenciales.
El Bonar 2038 (ARGBD38) fue el más castigado, con una caída del 3,6% hasta los u$s 68,82, mientras que el Global 2035 perdió 0,9% y el Global 2030 retrocedió 0,3%. Las tasas de retorno en estos títulos se mantienen elevadas, con rendimientos superiores al 12% en los tramos medios y largos.
En contraste, los bonos bajo ley local mostraron un comportamiento más defensivo. El AL38 avanzó 0,1% y el AL30 subió 0,4%, en una jornada con bajo volumen. Sin embargo, los bonos más largos como el AL41 ostentan una baja acumulada superior al 10% en el mes, lo que refleja la presión sostenida sobre la parte larga de la curva.
El mercado estima un alto nivel de riesgo político e institucional, con un spread creciente entre legislación local y extranjera. En este contexto, analistas señalan que un resultado electoral favorable al oficialismo podría generar un recorte del riesgo país y una compresión de ese diferencial, con potencial de subas de entre 20% y 30% en los bonos 2035 y 2038 ley Nueva York.
Al respecto, Pilar Tavella directora de research macro y estratega en Balanz Capital, analiza que el ruido político tras la aprobación del paquete fiscal en el Senado, que amenaza un pilar fundamental del programa económico -el superávit fiscal-, y la volatilidad cambiaria que hubo en los últimos días presionaron a los bonos soberanos en dólares.
De igual manera, Tavella destaca que, desde Balanz se mantienen constructivos en la parte “larga de la curva soberana en dólares”. Y es que, hacia adelante, la estratega identifica varios catalizadores que “podrían apuntalar el rendimiento de estos activos”.
Además de la expectativa de una elección favorable para el oficialismo en octubre a nivel nacional, destaca: “La acumulación de reservas, impulsada por las recientes compras del Tesoro dentro de la banda cambiaria; el mantenimiento del veto anunciado por el presidente Milei sobre los proyectos sancionados en el Senado; y el resultado de las elecciones de septiembre en la Provincia de Buenos Aires”.
A esto se suma, dice Tavella y como factor positivo adicional, la probable aprobación de la primera revisión del programa con el FMI -prevista para las próximas semanas-, lo que habilitaría un desembolso de u$s 2000 millones por parte del organismo.
ADR y acciones locales
Los ADR de empresas argentinas que cotizan en Wall Street cayeron más de 2% y la baja la encabezó Telecom, seguido por Pampa Energía (-1,3%) y Transportadora de Gas del Sur (-1,7%).
En la plaza local, el S&P Merval cayó y las acciones del panel líder se desplomaron casi 4%. El papel que lideró el descenso fue Ternium, seguido por Sociedad Comercial de Plata (-3,5%) y Transener (-2,5%).
Las razones detrás de la caída de los activos
Guido Valli, jefe de Estrategia de Mercado de Capitales, en La Gerenciadora de Patrimonios FDI, señaló en declaraciones a El Cronista que, desde la salida del cepo y el rally inicial que generó el desmantelamiento parcial de las restricciones, “el mercado argentino entró en una etapa de cautela marcada por la incertidumbre electoral”.*
Y es que aunque las encuestas hoy favorecen al oficialismo, el escepticismo persiste entre los inversores, “debido a antecedentes recientes en los que las proyecciones fallaron -como en 2019 y 2023- y el impacto sobre los activos fue dispar”.
“Como en otras instancias durante este Gobierno, la falta de definiciones políticas se traduce en caídas de bonos y acciones, y en una suba sostenida de la tasa real en pesos. Este patrón podría mantenerse, al menos, hasta después de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, previstas para septiembre. Ese resultado podría ofrecer una señal clave sobre la confiabilidad de las encuestas y destrabar un nuevo rally para los activos locales”, opina Valli.
Según dice el experto, un escenario electoral favorable al oficialismo permitiría al Gobierno consolidar mayorías en el Congreso y avanzar con reformas estructurales. De concretarse ese giro político, sería esperable una fuerte compresión del riesgo país -de hasta 400 puntos básicos- “que podría allanar el camino para que Argentina retorne a los mercados internacionales de deuda y enfrente con mayor solidez sus próximos vencimientos”. Sin embargo, el resultado es incierto.
Desde el “comprá campéon” al día de hoy
El analista financiero Pablo das Neves agrega que la dinámica del mercado -que incorporó como un hecho la consigna de “compra campeón” genera presión sobre el Banco Central, que se ve obligado a intervenir mediante futuros, pases y ajustes en los encajes.
Para Das Neves, el factor electoral también influye muy fuerte: “Un escenario más reñido genera dudas entre los inversores y acelera la dolarización de carteras, lo que afecta la demanda por instrumentos en pesos. Frente a este contexto, el Gobierno buscará contener al dólar y mantener el superávit financiero como ancla. Esto abre una oportunidad para posicionamientos tácticos con un horizonte de seis meses, ante la probabilidad de un ajuste cambiario tras las elecciones”, advierte.
En renta fija, los bonos soberanos que venían operando con TIRs entre 12% y 14% podrían ofrecer retornos cercanos al 10% en dólares a enero de 2026, si se mantienen las condiciones actuales. “El riesgo de impago de estos títulos se percibe como bajo”, analiza Das Neves.
En renta variable, la estrategia debe ser selectiva. Es preferible concentrarse en el tridente de energía -YPF, Pampa y Transportadora de Gas del Norte- y evitar rotaciones excesivas. “Si el Gobierno logra un buen desempeño electoral, podría verse una reducción del riesgo país, con impacto positivo tanto en la renta fija como en la variable. Sin embargo, en el corto plazo, el escenario seguirá siendo inestable y el mercado, volátil”, concluye.
En Wall Street
Las acciones en Estados Unidos cedieron gran parte de sus ganancias al inicio de una semana clave, en medio de preocupaciones por riesgos arancelarios y la búsqueda de señales de resistencia en los resultados corporativos. El S&P 500 cerró apenas 0,1% al alza, aunque por encima de, 6300 puntos por primera vez, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro y el dólar retrocedieron.
Tesla y Alphabet presentarán esta semana la temporada de resultados, con especial atención al gasto en inteligencia artificial. Los bonos a largo plazo mostraron ganancias, y el yen subió tras la continuidad del primer ministro japonés pese a la pérdida de mayoría en el parlamento.
La Casa Blanca anticipa más medidas unilaterales sobre aranceles antes del 1 de agosto y posibles acuerdos comerciales adicionales. Analistas advierten que las guías de ganancias serán clave para sostener las expectativas de alzas en el mercado, que proyecta un crecimiento de dos dígitos en la segunda mitad del año, impulsado por las grandes tecnológicas.
A pesar de la alta valoración actual, los expertos mantienen una visión optimista sobre el mercado, recomendando aprovechar la volatilidad para ingresar, destacando también el impacto favorable de la reciente debilidad del dólar en las ganancias corporativas.
Fuente: El Cronista









