Meses atrás, la Comisión Nacional de Valores (“CNV”) de Argentina introdujo la figura del Agente Asesor Global de Inversiones (“AAGI”). Mediante una resolución que establece requisitos, procedimientos y controles, la CNV jerarquiza la actividad del asesor de inversiones que administra activos financieros de sus clientes en el país y/o en el exterior.
Hasta la creación de esta figura y su regulación, la actividad del Asesor Financiero estaba en una nebulosa. Prácticamente cualquier persona (sin importar sus antecedentes, estudios, experiencia ni capacidad patrimonial para responder por sus actos) podía ejercer esta actividad y cualquier caso de mala praxis en perjuicio del cliente no tenía consecuencia alguna, especialmente si el asesor actuaba desde y residía en el extranjero. Todos conocemos a alguien que ha sufrido alguna historia con asesores “fantasma” que aconsejaban inversiones (muchas veces perjudiciales para el cliente) por las cuales recibían incentivos interesantes, y luego culpaban al mercado, a la crisis global o a cualquier otro factor ante las grandes pérdidas. Persistentes para conseguir clientes, luego desaparecían.
Similar a la regulación que rige al Registered Investment Advisor (“RIA”) en los EE.UU. aunque con un alcance menor, la nueva norma obliga al AAGI a transparentar todos los ingresos –o comisiones– que recibe de terceros, llámese bancos, sociedades de bolsa, emisores de títulos o instrumentos financieros. El objetivo es siempre que el asesor “blanquee” al cliente los conflictos de interés que pudiese tener con él. Sin duda es un paso en la dirección correcta, aunque hay todavía un camino por delante para perfeccionar lo que se va a hacer.
Al habilitarse el asesoramiento y administración en Argentina de activos localizados en el exterior, los clientes ya no se verán en la necesidad de depender de asesores ubicados fuera del país y casi inalcanzables para la justicia argentina. Esto es un tema no menor para los clientes dado que ahora, ante cualquier duda respecto al manejo de su asesor, podrán accionar legalmente en el país y con abogados locales.
En definitiva, es una muy buena noticia. Y más protección para el inversor argentino.
Cordiales saludos
Mariano Sardáns
CEO de FDI
Gerenciadora de Patrimonios
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