Hace días escucho personas que, queriendo comprar ciertos productos o insumos dolarizados, se encuentran con frases como “dado el contexto cambiario, tenemos suspendidas las ventas”.
O sea, clientes que quieren comprar se encuentran con empresas que no quieren vender, porque no saben cómo hacerlo sin perder en el proceso.
Quienes paran sus ventas por la incertidumbre cambiaria, evidentemente son empresas que no utilizan el FUTURO DE DÓLAR.
Bien utilizado, este instrumento le permite a la empresa despreocuparse de a cuánto va a estar el dólar cuando su cliente le pague la factura en pesos. Más aún, si se trata de un mercado muy competitivo donde además la clientela no acepta ajustes por la diferencia de cambio al momento del pago.
Con el FUTURO DE DÓLAR no hay excusas para no vender, ya que permite asegurar el margen y la reposición del insumo o del producto dolarizado.
Pero cuidado, mal utilizado puede ser un arma de destrucción masiva. De ahí que la clave pasa por planificar detalladamente el proceso de cómo operar, a qué plazos, qué proteger y por qué montos. Además de cómo evitar costos, comisiones y “trampas”.
Mariano Sardáns
CEO de FDI
Gerenciadora de Patrimonios
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