Acabo de explicarle a un cliente a quien le gerenciamos sus inversiones personales y que es dueño de una PyME, por qué financiarse con dinero propio es carísimo, especialmente en Argentina.
Le digo: “hoy tus pesos personales los podrías colocar en una LECAP –letra en pesos del gobierno nacional- que te paga una tasa del 55% anual. Ésta debiese ser la tasa MÍNIMA a la cual debieras prestarle a tu empresa”.
“La inversión en LECAP está alcanzada por el impuesto a la renta financiera, con una alícuota de sólo el 5%. Si en cambio le prestas a tu empresa, por los intereses que ésta te pague vas a pagar el 35% de ganancias”. O sea:
Rentabilidad después de impuestos (para el accionista):
LECAP: 55% – 2,75% = 52,25% <<<<<<<< MUCHO MÁS CONVENIENTE
Préstamo a la empresa: 55% – 19,25% = 35,75%
Por otro lado, le comento: “hoy las PyME, como la tuya, pueden financiarse a tasas del 50% anual –costos incluidos-, lo cual representa una tasa menor a la cual te conviene prestarle vos”. O sea:
Costo financiero (para la empresa):
Préstamo del accionista: 55%
Préstamos pymes (varios): promedio 50% <<<<<<<< MUCHO MÁS CONVENIENTE
Los números son claros. Ambos, accionista y empresa, tienen que hacer lo que más le conviene a cada uno. Al accionista, colocar su dinero personal a la MAYOR tasa DESPUÉS DE IMPUESTOS disponible. A la empresa, tomar dinero a la MENOR TASA disponible, costos incluidos.
El cliente mira los números y me dice: “años vanagloriándome con que la empresa no tenía deudas y nos manejábamos con capital propio. Ahora me siento un tarado por haber dejado de ganar mucho dinero durante todos estos años”.
Cuando entender de finanzas e impuestos hacen la diferencia.
Espero te sirva.
Mariano Sardáns
CEO de FDI.
Gerenciadora de Patrimonios