El blanqueo masivo está provocando que cada vez más inversores decidan invertir en bonos del gobierno por las exenciones de impuestos que brindan, tanto de ganancias en sus dos versiones –ingresos y ganancias de capital-, como de Bienes Personales.
Las tasas que pagan las LETEs, que son las emisiones denominadas en dólares más cortas del gobierno nacional con un plazo de 90 a 270 días, son muy tentadoras cuando se comparan con las tasas que se pagan en el exterior. Para comparar de igual a igual la tasa que paga la LETE con cualquier otra emisión del extranjero, primero hay que calcular su Tasa Tributaria Equivalente; se debe hacer el grossing up del impuesto a las ganancias a la tasa marginal (35%) y a este resultado sumarle la alícuota de Bienes Personales para el año 2017, que es del 0,50%. Con lo cual, una LETE que paga el 3% anual sería equivalente a un bono de afuera que pague el 5,11% [(3%/0,65)+0,50]; sin embargo, esta tasa no la paga ni siquiera un bono calificación BBB a 20 años de plazo. De ahí que los residentes fiscales argentinos empezaron a volcarse masivamente por este instrumento de cortísimo plazo.
El sistema de “adhesión” a las emisiones quincenales de LETES permite que “todos” puedan invertir. El gobierno es quien fija la tasa y los inversores la convalidan adhiriéndose –invirtiendo-. Ahora bien, como en cada emisión hay cada vez más inversores ofertando más dólares, el gobierno empezó a ofrecer menos tasa a partir del 16 de febrero último (ver cuadro abajo). El mercado “le respondió” ofreciendo más dólares y más inversores que se suman en cada emisión. Eso hizo que en cada una de las emisiones siguientes el prorrateo*continúe disminuyendo (*porcentaje que se le permite invertir a cada inversor en relación al monto que quiere invertir).
Cada vez más inversores y cada vez más dólares hicieron que el gobierno decida pagar cada vez menos. A medida que el gobierno continúe pagando menos tasa y rechazando una mayor cantidad de dólares en cada emisión de LETES, los inversores podrían verse tentados a colocar este dinero en los bonos en dólares que cotizan en el mercado.
Teniendo en cuenta que todos los bonos con código “AAXX” a partir del AA19, requieren compras mínimas de láminas por u$s150.000, seguro que se empezará primero con una gran demanda de los bonos que pueden comprarse de forma minorista, empezando con el AO20; luego del A2E2 y así sucesivamente con el AY24, el A2E7 y el DICA/DICY…. y así bajando toda la curva de los bonos en dólares. O sea, bajando la tasa a la cual se financia el gobierno nacional.
A continuación los resultados de las últimas cuatro emisiones de LETES:
Si tenemos en cuenta que estamos a días de que se liberen los más de u$s7.000 millones que se blanquearon en efectivo y, adicionalmente, quienes blanquearon bienes en el exterior –que no están acostumbrados a pagar impuestos- están a horas de enterarse por intermedio de sus contadores el monto que deberán pagar de impuestos por el período fiscal 22 de julio/31 de diciembre de 2016, podemos intuir que una gran demanda está por venir y así el inicio de la caída de tasas de financiación del gobierno.